El precio del cereal se dispara en plena cosecha hasta 24? la tonelada

El mercado de los cereales lleva semanas al alza, con incrementos que sitúan las cotizaciones claramente por encima de los últimos años y además cuando aún se puede considerar plena cosecha en grandes países productores. Pero este martes, se ha disparado, con subidas en la lonja de Barcelona de hasta 24 euros la tonelada en el caso del trigo forrajero disponible colocado en Tarragona, que queda valorado en 267 euros. Para el maíz, las subidas oscilan entre 11 y 20 euros, dependiendo de disponibilidad y origen, con precios de 268 a 279 euros la tonelada.

La revalorización en el caso de la cebada es de 19 euros, con un precio orientativo de 244 euros en el mercado barcelonés. El centeno sube 18 euros y la semilla de girasol, 25. En cuanto a la soja, las revalorizaciones van de 11 a 13 euros, en el caso de la nacional o la de importación, con valoraciones de 415 y 413 euros, respectivamente.

. Fuentes del sector atribuyen buena parte de estas subidas a movimientos especulativos por parte de grandes fondos de inversión. Una situación que no es nueva y ya se ha repetido en otras ocasiones, cuando capital propio pero también ajeno al sector agroalimentario ha buscado negocio en el mercado de materias primas. Ya ocurrió, por ejemplo, en el año 2014, pero en aquella ocasión en una dirección contraria. Entonces, a pesar de una producción mundial de maíz que apuntaba a la baja, los precios arrancaron la campaña a niveles alrededor de un 35 por ciento inferior a la campaña anterior.

Los productores de cereales, con estas cotizaciones al alza podrán resarcirse, como mínimo en parte, del encarecimiento de los costes de sacar adelante sus explotaciones. Pero los grandes damnificados serán los ganaderos, que tendrán que afrontar piensos para sus animales muy caros mientras las cotizaciones siguen deprimidas. En el porcino, las bajadas son continuas por el freno de las compras por parte de China. En el vacuno de carne, se deja sentir la caída del turismo y en el leche, padece su propia crisis que arrastran desde hace años.