La campaña de la fruta dulce acaba con los mejores precios de los últimos siete años

La campaña de la fruta dulce en Lleida ha acabado con los mejores precios de los últimos 7 años con respecto a las ventas de salida de las centrales frutícolas. Hay que matizar que hasta dentro de unas semanas con el cierre definitivo no se podrán saber los precios que perciben los agricultores. La consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, ha puntualizado también que se venía de unos "umbrales ruinosos" que empezaron con el veto ruso. La mejora se debe, principalmente, a la climatología que ha afectado a la cosecha de buena parte de Europa, donde ha habido una caída del 18% respecto del año pasado. Pero también ha sido gracias al plan de arranque iniciado en 2017. Por segundo año consecutivo la cosecha ha estado  marcada por la pandemia, pero sin afectación importante.

Por productos, en el caso del melocotón rojo grande, el precio medio de venta de las empresas frutícolas ha sido de 1,10 euros el kilo, 40 céntimos por encima de lo que se había vendido entre los años 2017 y 2019, los peores después del veto ruso. Lo mismo ha pasado con la nectarina, que este año ha tenido un precio de venta medio de 1,5 euros el kilo, casi el doble del precio de venta de los años posteriores al veto.

La climatología ha sido clave en esta mejora de precios ya que las heladas primaverales provocaron una caída de producto en toda Europa, con una de las peores producciones de los últimos 30 años. La poca disponibilidad de melocotón y nectarina ha supuesto un muy bajo nivel de stocks todo el verano y eso ha hecho que los precios se hayan mantenido bastante estables y altos.

Asimismo, también ha tenido que ver el plan de arranque de árboles frutales que se inició en 2017 y finalizó el año pasado. Jordà ha señalado que en total se arrancaron 1.275 hectáreas de fruta de hueso que han servido para "adecuar" la oferta y la demanda en el marco global de la fruta de hueso. Sobre la posibilidad de volver a implementar este plan, Jordà ha dicho que harán lo que haga falta y lo que se concierte con el sector. De momento, no está previsto pero lo tienen encima de la mesa por si conviene en un futuro.

Las cifras de producción

En Catalunya, la cosecha ha sido de 307.000 toneladas, un 11% inferior a la del año 2020, que ya fue un año de poca producción. Si se compara con la cosecha media de los últimos 5 años, la caída llega al 34%. Si se habla del potencial productivo de Catalunya, situado en 550.000 toneladas, podríamos decir que la caída ha sido de un 43%, 240.000 toneladas menos de los que se podrían llegar a producir.

Ingresos desiguales

En cuanto al balance económico, habrá que hacerlo agricultor a agricultor y central a central. Ha habido zonas con fuertes afectaciones y reducciones de producción de hasta el 50%, y cambia de otros sin casi afectaciones.

El análisis detallado de cada caso, cada central o cada productor será muy diferente. En los casos de afectaciones de heladas, habrá que hacer el balance del cobro del seguro más el volumen de producción y los precios del mercado percibidos. Este balance será muy positivo en las zonas sin casi afectaciones de heladas, y en otros dependerá del volumen finalmente recolectado o procesado y del seguro.

Segunda campaña con covid-19

Esta ha sido la segunda temporada marcada por la pandemia de la covid-19. Esta vez sin embargo, el sector ya estaba preparado y tenía la experiencia previa en los protocolos sanitarios. El refuerzo en la prevención, la buena ejecución de los planes por parte de las empresas, la implicación de todas las personas del sector y sobre todo la vacunación de trabajadores se ha traducido en muchos pocos casos positivos, y la campaña se ha podido desarrollar con mucha normalidad.