La cooperativa Fruitera de Corbins cumple 100 años y alerta de la falta de relevo en el campo

La cooperativa Fruitera de Corbins celebró ayer su centenario en un acto conmemorativo en la Sala Coliseum del municipio, donde se homenajeó a diferentes exdirectivos y trabajadores de esta entidad. El presidente de la cooperativa, Ramon Pujol, destacó la buena salud de la cooperativa, que cuenta con 140 socios, siendo “una herramienta imprescindible para la viabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones a la hora de hacer frente a los retos de futuro, que de forma global, pasan la mejora de la competitividad, la globalización de la economía y la concentración de oferta”. Actualmente, la cooperativa produce unos 16 millones de kilos de fruta dulce una cifra que la sitúa al frente del sector y que, en palabras de Pujol, es el resultado de esta filosofía cooperativa “que en estos cien años hemos optimizado gracias a las diferentes fusiones que hemos establecido, con el colofón final el 2013, cuando la Cooperativa Fruitera de Corbins se unió con la Cooperativa del Camp de la Noguera, como en los inicios”.Por otro lado, Pujol dijo que la cooperativa ha sido algo más que una entidad agrícola ya que hasta finales de los 80 del siglo pasado “nuestras instalaciones ofrecían actividades culturales y de entretenimiento para el disfrute de los vecinos del pueblo, como teatro, cine o las mejores orquestas”.En clave interna, manifestó que en el camino llevado por la cooperativa y sus socios se han topado con guerras civiles, desuniones y crisis de precios, que a veces no cubren los costes de producción, e incluso sanitarias, como la Covid-19.

Pero Pujol dijo que ahora la cooperativa se marca como objetivo asegurar el relevo generacional, ya que “la despoblación rural y la falta de oportunidades pueden poner en peligro la viabilidad de nuestro trabajo”.Una vez finalizado el acto de la Sala Coliseum, la celebración finalizó en una comida en el restaurante el Molí del Duc de Corbins.

De un sindicato en 1921 a una gran exportadora de fruta dulce

La historia de la cooperativa de Fruitera de Corbins no ha estado exenta de altibajos desde su fundación allá por enero de 1921 como Sindicat Agrícola La Fraternitat, donde los socios agrupaban sus cosechas de trigo, maíz, remolacha y otros productos hasta el fin de la Guerra Civil. No fue hasta finales de la década de los años 50 y principios de los 60 del siglo pasado, cuando la fruta dulce fue la producción mayoritaria de los socios de la cooperativa, con los primeros intentos incluso de exportación de pera limonera.En los siguientes años, Corbins llegó a tener varias cooperativas, fruto de diversas escisiones y no fue hasta 2013 cuando se completó la reunificación con la fusión de Fruitera de Corbins y la del Camp de la Noguera.