Los productores de cereal, ahogados por costes, sequía y fauna salvaje

Los productores de cereales de Lleida afrontan la peor campaña en años. Por una parte, están trabajando con unos costes disparados, mientras la sequía y la fauna salvaje ponen en peligro la cosecha. “La situación es muy grave, con unos insumos nunca vistos y la posibilidad de perderlo todo por la falta de lluvias y los daños que causan los conejos y los jabalíes”, alerta el responsable de cultivos herbáceos de UP, Santi Caudevila.

Afirma que los costes se han disparado en los últimos 12 a 18 meses. “La urea tenía un precio que podíamos calificar de normal entre los 250 y los 350 euros la tonelada y hoy llega a puerto a mil. En el caso del gasoil agrícola, ha pasado de los 65 céntimos el litro a rozar el euro, con precios de 0,995 € este viernes”, explica.

Pero a los problemas de carestía en muchas ocasiones tienen que sumar los de falta de disponibilidad. Es el caso de los herbicidas. “Un litro de glifosato podía costar del orden de 3,20 euros y ahora podemos hablar fácilmente de seis, pero es difícil encontrar producto disponible”, alerta.

Pone énfasis en que también están sufriendo los efectos de la crisis de los semiconductores, que no solo genera problemas en el sector de la automoción, sino también en el de tractores, afirma, teniendo en cuenta que la maquinaria agrícola cuenta cada vez con mayor tecnología incorporada. Como derivada del encarecimiento citado del gasóleo y de la mano de obra, entre otros factores, la contratación de trabajos con maquinaría también ha disparado precios, de 45 euros por hectárea a entre 65 y 70, afirma.Con unos precios de los cereales en las tablillas de las lonjas que se pueden considerar altos, los payeses afirman que todo aquello que han podido ganar en la última campaña lo pueden perder en esta. La sequía, como publicó SEGRE el jueves, es generalizada en todas las zonas de Lleida y UP calcula que la situación puede ser dramática si no llueve en el plazo de poco más de una semana.

Todo ello mientras jabalíes y conejos están multiplicando los destrozos en las fincas. “Durante la pandemia no hubo caza y la fauna salvaje proliferó. Hoy, esos animales no encuentran comida por la sequía y acaban arrasando los sembrados”.Pide apoyo de la administración.

Para el caso de la fauna plantea entre otras medidas posibles batidas para reducir su población. Ante el encarecimiento de la urea, aboga por excepciones en la normativa de la UE para poder usar más nitrógeno de deyecciones ganaderas.