La nueva campaña de la fruta, sin centros de aislamiento por la Covid

La próxima campaña de la fruta en Lleida será la primera desde el inicio de la pandemia sin centros para aislar a trabajadores contagiados de Covid y a sus contactos estrechos. Por primera vez después de dos años, la Generalitat no plantea habilitarlos ni otorgar ayudas a los ayuntamientos para que lo hagan. Esto se abordó en una reunión para preparar la temporada, en la que participaron representantes de la Generalitat, el Estado, ayuntamientos, sindicatos y organizaciones agrarias.

Durante la sesión, ayuntamientos reclamaron subvenciones para nuevos albergues en los que alojar a trabajadores, algo que la Generalitat no prevé para este año. Ante las peticiones de los municipios, el Govern se comprometió a elaborar un estudio sobre el alojamiento disponible, como primer paso para plantear subvenciones el próximo año. Para este, solo está previsto reforzar los agentes de intermediación en la campaña contratados a través del SOC, que pasarán de los 54 a 74.Los consistorios reclamaron asimismo apoyo económico para contratar a personal adicional en meses en que la población de los municipios del Baix Segre y localidades del Pla y el Urgell aumenta con la llegada de trabajadores temporeros.

Tras la reunión, el delegado de la Generalitat en Lleida, Bernat Solé, dijo que una prioridad será evitar “asentamientos irregulares”. Para ello confió en los agentes de intermediación y reiteró la petición al Estado de regularizar a personas sin papeles para que puedan contratarlas.Las inspecciones a fincas agrícolas fueron también objeto de críticas de alcaldes y alcaldesas. Las compararon con “redadas” al incluir un amplio dispositivo policial.

El alcalde de Alcarràs, Jordi Janés (JxCat), lamentó que “despliegues a veces sobredimensionados hagan perder jornadas enteras de trabajo” y la alcaldesa de Aitona reclamó “no criminalizar” a los agricultores. La Generalitat se mostró dispuesta a revisar los protocolos de estas inspecciones.