Las heladas se ceban en Lleida con la zona frutícola con daños muy graves

Las heladas registradas en Lleida en la noche del sábado al domingo se han caracterizado por tres aspectos especialmente dañiños: caída de los termómetros muy importantes, hasta de 6 grados negativos en algunos puntos, durante muchas horas y en un momento en el que la fruta en los árboles es especialmente sensibles. Los agricultores de la zona frutícola de Lleida, desde el Segrià a la Noguera pasando por el Pla d’Urgell, se emplearon a fondo toda la noche en vela para intentar combatir en la medida de lo posible los efectos de unas heladas cuyos daños pueden ser muy superiores a los registrados el año pasado por el frío. En algunas fincas los sistemas de riego por aspersión y microaspersión, la quema de cera o los aparatos de ventilación comenzaron a funcionar a las 10.30 de la noche del sábado y ayer pasadas las 9 de la mañana aún se registraban en muchas poblaciones temperaturas por debajo de cero.

Las frutas que se verán especialmente afectadas son los melocotones, nectarinas y paraguayos. Las flores ya habían caído al suelo y los frutos de pequeño tamaño tienen una gran cantidad de agua susceptible de helarse y arruinar la cosecha. La situación se repite en gran medida en fincas de perales, aunque en este caso existen algunos productos, como giberelinas o aminoácidos, que aplicados en las horas posteriores al frío pueden limitar los daños.

Ayer, después de una noche en vela, de hecho, los payeses salieron de nuevo a los campos a aplicarlos. Los manzanos son los que pueden haberse salvado, en función de las variedades, al encontrarse en un momento del desarrollo más tardío que otras frutas. La previsión de pérdidas importantes se repite también en otras frutas con menor superficie en Lleida, desde los caquis a las granadas, pero también en otros cultivos más importantes como la almendra o la nuez.