Menor cosecha de fruta, sinónimo de menos empleo
Los agricultores y las centrales deben esperar a hacer valoraciones de pérdidas, pero advierten que la reducción de la producción supondrá menos mano de obra
La campaña de la fruta de Lleida es una fuente de empleo para miles de personas, unas 35.000 en una cosecha plena y que el año pasado se vio reducida a unas 25.000 precisamente por los efectos de heladas primaverales.
Este año, fuentes del sector frutícola alertaban ayer que la caída de producción se traducirá con toda seguridad en menos necesidad de mano de obra. Con todo, las organizaciones agrarias explicaban que para conocer los efectos reales del frío será necesario esperar al menos 24 o 48 desde el desplome de los termómetros. Pero a falta de poder hablar de porcentajes en estos momentos, todos coinciden en afirmar que serán muy graves.
Pero la situación puede ser aún peor en función de la bajada de los termómetros en la pasad madrugada. Las previsiones meteorológicas apuntaban a temperaturas que podían llegar a los 5 grados bajo cero de nuevo en el llano de Lleida, y los payeses se preparaban para pasar una nueva noche en blanco vigilando la temperatura y la puesta a punto de los servicios antiheladas. Una lucha contra el frío que disparará aún más los costes de producción que, como publicó SEGRE el sábado, se había incrementado un 34% esta campaña con respecto al año pasado.
Encender los sistemas de riego por aspersión y microaspersión supone gasto en agua pero también en energía, con los precios desbocados. Una situación que se repite en el caso de los sistemas de ventilación, aunque fuentes de los agricultores apuntan que en esta helada han sido menos efectivos que el riego por la larga duración de las bajas temperaturas. Quienes optaran por la quema de ceras en botes para intentar incrementar la temperaturas de sus fincas habrán tenido un coste de 2.000 a 3.000 euros hectárea encendidos doce horas.