El almendro, gran damnificado

La almendra es, junto a la fruta dulce, la gran damnificada de las heladas que se han registrado tanto en la noche del sábado al domingo como la pasada madrugada. De hecho, la conselleria de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural calcula que son 17.033 las hectáreas en las que ya se aprecian daños. Además, estos son especialmente elevados, entre un 50 y un 70%, unas tasas solo superadas en el caso del albaricoque (70-80%).

De hecho, hay que tener en cuenta que la evolución fenológica de los almendros se traducía en que el fruto se encuentra en estos momentos en una situación especialmente sensible al frío. Estamos hablando de la gran mayoría de las fincas con almendros de la demarcación están afectados, teniendo en cuenta que los últimos datos oficiales de la Generalitat, que datan de 2020, sitúan en 19.297 las hectáreas de almendros totales.Además, pese a que la superficie de producción en regadío va creciendo paulatinamente en la provincia, aún es muy importante el porcentaje de las hectáreas que se cultivan en secano. Por lo tanto, los agricultores no han podido utilizar los sistemas de aplicación de agua por aspersión o microaspersión para intentar luchar con los efectos devastadores de la caída de los termómetros.

Es decir, que en el mejor de los casos han podido optar por utilizar la quema de productos derivados del petróleo prácticamente como única arma. Los informes de la conselleria que dirige Teresa Jordà apunta que son 12.389 las hectáreas de Lleida producidas bajo el sistema de secano y 6.908 con regadío en las fincas. Cada vez crece más la superficie con riego y, con ella, las hectáreas que los agricultores optan por contratar un seguro agrario.

En la demarcación los últimos datos sitúan el nivel de superficie cubiertas por pólizas de Agroseguro en torno a las 3.000, acercándose a la mitad de explotaciones en riego. En especial corresponden a fincas de nuevos regadíos, con explotaciones por ejemplo en la zona regable del Segarra-Garrigues. También a fincas donde los productores han optado en los últimos años por un cambio de cultivo, como ha podido ser de la fruta dulce a la apuesta por la almendra, según explicó ayer el director territorial de Agroseguro en Catalunya, Javier Joana.El año pasado, los días de frío intenso del invierno, las heladas que se produjeron por Sant Josep y la sequía prolongada ya diezmaron la producción de este fruto seco en Lleida.