Los payeses lanzan un SOS para evitar el abandono de explotaciones y zonas rurales

Las organizaciones agrarias alertan que la situación de los productores de fruta dulce y seca es crítica después de las heladas y de que es necesaria una actuación urgente por parte de las administraciones, con ayudas directas y mejora de los seguros. Todo para evitar que haya el abandono de explotaciones y del entorno rural. JARC calcula que las pérdidas por las heladas alcanzarán, como mínimo, los 500 millones de euros y que se dejará de contratar a 40.000 personas en las fincas y en las centrales frutícolas de Lleida.

Una pérdida de empleo a la que habrá que sumar la de otros sectores ligados a la agricultura, desde talleres de maquinaria al transporte. Por ello, alertó ayer de la necesidad de medidas urgentes, la primera de las cuales debe ser ayudas directas para que los fruticultores puedan afrontar con un mínimo de dignidad, alerta, los gastos. Muchos de ellos deben pagar productos como fitosanitarios o abonos que habían comprado para la campaña en plena escalada de precios.

También exigen la mejora del seguro de helada, con la eliminación de límites de kilos asegurables y reduciendo la franquicia al menos al nivel de las pólizas contra el pedrisco, lo que supondría pasarla del 30 al 10%. Serían las administraciones las que deberían hacer frente al posible encarecimiento del sistema. También demanda respaldo para que los payeses puedan afrontar los costes de sistemas antiheladas, desde riego por aspersión y microaspersión a ventiladores.

Además, piden que se puedan poner en marcha ERTEs similares a los articulados por la pandemia para evitar despidos de trabajadores fijos del campo y las centrales, así como rebajas en cotizaciones sociales. Son algunas de las demandas teniendo en cuenta que los daños de hasta un 80% e incluso un 100% de la producción alcanza al 80% de la superficie frutícola, que es de 36.000 hectáreas. Hablamos de al menos medio millón de kilos de fruta arruinados.

En el caso de la fruta seca hay daños en 24.000 de las 40.000 hectáreas, con especial afectación en Segrià, Les Garrigues, Urgell, Noguera y Pallars Jussà. JARC da por arruinadas 15.5000 toneladas

JARC calcula pérdidas de 502.400 toneladas de fruta dulce y 15.500 de almendra por las heladas

Por su parte, Asaja hizo una valoración ayer de los daños, que además de en Catalunya y Aragón, se amplían a La Rioja y Navarra, donde la fruta dulce y seca también se ha visto arrasada por las atípicas y drásticas heladas de comienzos de mes. Advierte que los 150 millones de euros que Agroseguro prevé abonar en todo el Estado es claramente insuficiente ante los daños reales en los campos.

Asaja Lleida recalcó que son necesarias ayudas directas a los agricultores y reclamó 18.000 euros por explotación. Se trata de la cantidad permitida por la Unión Europea en el caso de las llamadas ayudas de mínimis, costeadas por los Estados. El problema para los payeses en estos momentos, insiste la organización agraria, es cómo podrán afrontar los agricultores las necesidades de capital circulante, con unos costes disparados, desde el gasóleo a los abonos, que han repuntado un 30%, o la luz, que mantiene su escalada que parece sin fin.

Por su parte, la subdelegación del Gobierno informó que 29 peritos de Agroseguro están ya trabajando en las fincas de guisantes, almendros y fruta dulce dañadas por el frío.

Los ERTEs y el apoyo a la liquidez, primeras medidas

El Govern analizó ayer los efectos de las “preocupantes” heladas en Lleida y la conselleria de Acción Climática, junto con la de Empresa, ha iniciado los trabajos “para que buena parte de las cooperativas y centrales puedan acogerse a ERTEs por razón de causa mayor”. También han iniciado los trabajos para articular medidas destinadas a “proveer de liquidez” a los afectados, así como mejorar los diferentes programas operativos para el perfeccionamiento de técnicas para la prevención de heladas.

Defiende la mejora del sistema seguros, la inversión en sistemas de protección y la mejora en conocimiento para hacer mejores elecciones en nuevas plantaciones. Sitúa estas heladas en el marco del cambio climático.