El sector prevé un encarecimiento de las semillas de cereales y forrajes

Las semillas tanto del sector de los cereales como de los forrajes es previsible que tengan una clara tendencia al alza, teniendo en cuenta que su evolución está muy ligada a la de las cotizaciones del producto. Así quedó claro en el 73 Congreso Internacional de Semillas que arrancó ayer en Barcelona y que reúne hasta mañana miércoles a más de 1.400 especialistas de 200 empresas y 60 países. Eduard Fitó, director de Semillas Fitó, apuntó que en el caso de las hortalizas no se prevé la misma situación, más allá de los encarecimientos derivados del transporte, por ejemplo, por efecto de la subida de los carburantes.

La revalorización de las semillas se añadirá a la que los cerealistas ya están soportando en materias primas como los herbicidas o los abonos, por poner algunos ejemplos. Una de las preocupaciones del sector de las semillas y de la producción de cereales y girasol en todo el mundo es la situación que se vive en Ucrania, uno de los grandes proveedores. La Federación Internacional de Semillas (ISF), organizadora del congreso, demanda que se establezcan corredores seguros que garanticen el suministro de semillas en Ucrania.

La ISF ha hecho un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que apoye la continuidad del suministro de semillas en Ucrania, permitiendo que fluyan hacia el país “carriles verdes” para insumos agrícolas críticos, como las semillas. Ucrania produce el 30% del girasol mundial, el 19% de la colza, el 16% del maíz y el 12% del trigo. El secretario general de Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, Antonio Villaroel, confía en que, a pesar de las “perturbaciones” de la guerra, el año que viene la producción agrícola de Ucrania “sea casi normal”.

Calcula que entre el 70 y el 80% de la superficie agrícola ucraniana ya estaba cultivada antes del inicio de la guerra, por lo que se podrá disponer del grueso de la producción.Por otro lado, Marco van Leeuwen, vicepresidente de ISF, hizo referencia al papel del sector de la distribución y defendió que los supermercados han de ser conscientes de que toda la cadena agroliamentaria, desde el productor de base, ha de sobrevivir, de ganarse la vida. En caso contrario, alertó, el futuro del sector de las semillas es limitado, en referencia a la necesidad de inversión e innovación. En esta línea, recordó que “no muchos otros sectores pueden presumir de invertir en investigación hasta el 30% de sus beneficios”.