Reclaman no perder más superficie agrícola para instalar placas fotovoltaicas
En un manifiesto, economistas e ingenieros agrónomos avisan de la baja autosuficiencia alimentaria de Catalunya y lamentan la falta de previsión
El Colegio de Economistas de Catalunya y el Colegio de Ingenieros Agrónomos, entre otros, han suscrito un manifiesto conjunto en el que reclaman no perder más superficie agrícola para la instalación de energía fotovoltaica y lamentan la "falta de previsión, planificación y capacidad" de las administraciones públicas para hacer frente a la transición energética. Según alertan, si continúa esta tendencia Catalunya verá cómo aumenta su dependencia alimentaria. "No estamos hablando de un problema de los agricultores, estamos hablando de un tema estratégico de país, del abastecimiento crítico de alimentos en un país con baja autosuficiencia alimentaria," argumentan.
En el manifiesto, los entidades aseguran que comparten el objetivo de avanzar hacia la transformación energética como respuesta al cambio climático y que lo asume como "prioritario" desde hace muchos años. No obstante, constatan que "Catalunya ha actuado con mucho retraso" y recuerdan que es el territorio del Estado con menos desarrollo de las energías renovables. "Ahora se ha evidenciado esta disfunción y se quiere corregir de forma precipitada", lamenta el texto, que añade que se hace en detrimento de la producción de alimentos y que, en definitiva, también supone una "desconsideración para los valores de la actividad agraria".
El texto –firmado por la Comisión de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas de Catalunya, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Catalunya, el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Catalunya, ICEA (Institución Catalana de Estudios Agrarios) e IPCENA-EdC (Institució Catalana d'Estudis Agraris)– reitera que Catalunya tiene una dependencia "muy elevada" y que eso se traduce en un grado de cobertura inferior al 50%, es decir, "se produce la mitad de lo que se consume", puntualiza.
Con todo, las entidades señalan que nunca se tendría que haber producido una competencia entre dos "activos estratégicos críticos", como son la energía y la alimentación y propone, antes de destinar más hectáreas de cultivo a la energía fotovoltaica, que esta última se instale en otros lugares "sin estropear un recurso escaso como el suelo agrario". Por ejemplo, priorizar la instalación de placas en terrazas de viviendas y naves industriales, en espacios agrarios, en infraestructuras viales, en canales de regadío o en espacios forestales que antes habían sido agrícolas, entre otros.
Por otra parte, las entidades advierten que si continúa la tendencia de destinar terreno agrícola a la energía fotovoltaica se irá hacia un escenario de pérdida de puestos de trabajo, despoblamiento rural, encarecimiento del suelo agrario y una falta de relieve generacional.