Arranca la cosecha del melocotón y la nectarina en el Baix Segre en la campaña con menos producción de las últimas décadas
El sector insta a Acción Climática a habilitar lo antes posible las ayudas para paliar las pérdidas por las heladas
Los productores del Baix Segre han empezado esta semana la recolección del melocotón y la nectarina. Se trata de una campaña "muy complicada" ya que la afectación de las heladas de principios de abril hará caer la producción caerá en torno a un 70% con respecto a lo que sería un año normal. El sector estima en más de 450 millones de euros las pérdidas que sufrirá esta campaña y reclama en Acción Climática que habilite las ayudas previstas para los afectados lo antes posible. Los campesinos confían, sin embargo, en que el hecho de que haya menos producción se traduzca en un incremento de los precios para aquella fruta que se pueda coger. A la vez, hará falta mucha menos mano de obra que en otras campañas, tanto en el campo como en cooperativas y centrales.
La zona del Baix Segre ha empezado a recoger los primeros melocotones y nectarinas de una campaña que se prevé "muy complicada" y con "una producción escasa o nula para muchos campesinos porque casi ni podrán coger|recoger", señala a la ACN el jefe de la sectorial de la fruta dulce de JARC, Sergi Balué. Las heladas de principios de abril, los más importantes de los últimos treinta años, afectaron a todo el valle del Ebro y han hecho caer considerablemente la producción, sobre todo de fruta de hueso|pepita, pero también de semilla.
El potencial productivo de Cataluña en melocotón y nectarina se sitúa en unas 550.000 toneladas pero este año las heladas de abril harán caer la producción hasta las 165.550 toneladas, un 69% menos, según las previsiones que presentaron hace unas semanas Afrucat y Acción Climática. Las comarcas de Ponent, principales productoras del país, están donde se da la bajada más importante. En concreto, se esperan recoger 149.570 toneladas, un 70% por debajo de lo que sería un año considerado normal.
Balué explica que ha podido salvar parte de la cosecha en una de sus fincas de Alcarràs gracias al sistema antihielo por aspersión que tiene, cosa que minimizó los daños de las heladas, pero "eso no es lo habitual" en la mayoría de explotaciones. Aun así, estima que la producción en esta finca será de entorno el 60% con respecto a otras campañas. El responsable de JARC indica que la fruta que se recogerá será de "máxima calidad" porque "con estos calores ha cogido color y el nivel de azúcares será perfecto".
De todos modos, el jefe sectorial de la fruta dulce de JARC confía, al menos, que este año los precios "sean buenos" teniendo en cuenta que la producción será de las más bajas en años. "Esperamos que las exportaciones funcionen porque hay una alta demanda de producto a la cual no se puede hacer frente con la producción que tenemos", señala. Asimismo, remarca el incremento de los costes de producción que han tenido que asumir los campesinos por la escalada de las materias primas pero especialmente de los carburantes.
Ayudas para paliar las pérdidas por las heladas
JARC estima en más de 450 millones de euros las pérdidas que sufrirá este año el sector de la fruta dulce. En este sentido, la organización agraria emplaza a Acción Climática a concretar y habilitar lo antes posible las ayudas para los afectados a las cuales se comprometió el Departamento. En este sentido, la consellera Teresa Jordà anunció que el Govern prevé destinar en torno a unos 40 millones de euros en ayudas para los productores, cooperativas y centrales para paliar las pérdidas provocadas por las heladas, al margen de préstamos para los afectados. De su lado, el Ministerio de Agricultura tendría que aportar la misma cantidad para financiar este plan de choque, tal como prevé el acuerdo alcanzado por Acción Climática con Unió de Pagesos, JARC y la FCAC.
"Necesitamos que la conselleria se ponga las pilas, que nos entregue el documento definitivo para acabar de trabajarlo y que cada campesino pueda saber lo que le toca para poder sobrevivir", afirma Sergi Balué. "No queremos limosna, lo que queremos es poder llegar a la campaña siguiente", añade el responsable de JARC.
Cae la demanda de mano de obra
La bajada productiva también comportará que haya menos necesidades de mano de obra en esta campaña de la fruta, tanto en el campo como en cooperativas y centrales. "Hay mucha gente que ya venía año tras año y le tienes que decir que no hay trabajo", explica Balué. Así, detalla que muchos temporeros "dependen en buena parte de las jornadas que hacen en la fruta para después pasar todo el año". "Se encontrarán con una situación muy complicada pero los campesinos hacemos lo que podemos e intentamos repartir el trabajo entre todos pero, con una caída tan importante de la producción, necesitamos a la mitad del personal", indica el jefe de la sectorial de la fruta dulce de JARC.