AGRICULTURA PRODUCCIÓN
Arranca en Lleida la cosecha de la fruta de hueso, la menor en décadas
El sector confía en precios buenos en una campaña marcada además por unos costes de producción disparados || La demanda de mano de obra, hundida
Los productores del Baix Segre han comenzado esta semana la recolección de fruta de hueso, la menor en décadas en la provincia, que ha perdido el 70% de la producción por las heladas de abril. El sector estima en más de 450 millones de euros las pérdidas y confía en un incremento de precios y en ayudas públicas urgentes. De momento, la Generalitat prevé una partida de 40 millones y espera que el ministerio ponga otros 40.
La campaña se prevé “muy complicada” y con “una producción escasa o nula para muchos agricultores porque casi ni podrán cosechar”, según el responsable de la sectorial de la fruta dulce de JARC, Sergi Balué. En toda la provincia apenas se esperan recoger unas 149.570 toneladas. Balué explica que él ha podido salvar parte de la cosecha en una de sus fincas de Alcarràs gracias al sistema antihielo por aspersión, que minimizó los daños del frío, pero “eso no es lo habitual en la mayoría de explotaciones.
Pese a todo, calcula que en la finca en la que ha comenzado los trabajos apenas tiene un 60% de producción respecto a otras campañas. Afirma que la fruta que se cosechará será de “máxima calidad” porque “con estos calores ha cogido color y el nivel de azúcares será perfecto”. Confía en que los precios sean buenos y en que “las exportaciones funcionen porque existe una alta demanda de producto a la que no se puede hacer frente con la producción que tenemos”.
Remarca además el incremento de los costes de producción que han tenido que asumir los payeses por la escalada de las materias primas, pero especialmente de los carburantes. La caída de la cosecha también comportará menos necesidades de mano de obra, tanto en el campo como en cooperativas y centrales. “Hay mucha gente que ya venía año tras año y tienes que decirle que no hay trabajo”, explica.
Muchos temporeros “dependen en buena parte de las jornadas que trabajan en la fruta para después pasar todo el año y se encontrarán con una situación muy complicada, Los payeses hacemos lo que podemos e intentamos repartir el trabajo entre todos, pero necesitamos la mitad del personal”. El ministerio de Agricultura ha comprometido una partida de 10 millones de euros para ayudas a las centrales frutícolas. Así lo afirmó el director de Afrucat, Manel Simón, en la asamblea que celebró ayer la patronal catalana.
El ministerio ha pedido a las comunidades afectadas por las heladas que aporten una cantidad similar. El secretario de Alimentación de la conselleria de Acción Climática, Carmel Mòdol, mostró en la asamblea la predisposición plena del departamento a aportar esta cantidad y se comprometió a cerrar las condiciones de la ayuda próxima semana. La presidenta de Afrucat, Montse Baró, recordó que el objetivo común debe ser poder apoyar a todas las centrales con base productiva y asegurar su futuro. Un estudio de Afrucat ponía de manifiesto el peligro que corrían muchas debido a las pérdidas de producción, que podían llevarlas a cerrar.
Cuantificó las pérdidas en 8 céntimos de euro por cada kilo de fruta que no se entraría este año con respecto a uno normal. La patronal comparó la media de los kilos que había trabajado la central en los últimos años con los que podía tener año y si el descenso superaba el 30%, esta central ya era susceptible de recibir la ayuda. Según Simón, está diseñada sólo para centrales que tienen base productiva propia y no para las que se dedican solo a comprar y vender.