Asaja: “Hay gente que ya se está marchando”

El líder de Asaja en Lleida, Pere Roqué, calcula que esté año están contratando del orden de un 60% menos. La mayoría son subsaharianos y marroquíes, al tiempo que cada vez está incrementándose más el número de paquistaníes que buscan empleo como temporeros. Por el contrario, apunta que va a la baja el personal de Europa del Este.

En esta campaña atípica, afirma que ya hay temporeros que están regresando a sus lugares de residencia habituales, como es el caso de Lleida. Hay casos, explica, de personas que acaban de trabajar en una finca recogiendo pera Limonera y prefieren dejar Lleida y volver a sus casas antes de tener que esperar días sin tener faena hasta que comiencen las labores de otras variedades, como puede ser la Blanquilla. Con todo, la ausencia de problemas es la tónica general de esta campaña, según punta Pere Roqué.

El octavo frente de pedrisco deja daños en frutos secos, peras y cereal

La octava tormenta de pedrisco que sufre Lleida este verano, y que el viernes castigó la zona agrícola entre Alfés, Castelldans y Aspa, ha provocado importantes pérdidas en plantaciones de fruta seca, fruta dulce y cereal, así como daños materiales como un tejado hundido en la cooperativa de Alfés y daños en equipamiento urbano de estas poblaciones. En Aspa, el pedrisco, pese a ir acompañado de mucha agua, tiró al suelo la mayor parte de las almendras de plantaciones que se preparaban para su próxima cosecha, así como dejó marcadas muchas peras, y algunas calles de la población se convirtieron en torrentes. En Alfés, los daños más considerables se registraron en campos de cereal, principalmente girasol , que esperaban recoger la primera cosecha.

Esta tormenta se suma a los daños que este año acumula el campo leridano. Así, Agroseguro calcula en al menos en 103 millones de euros las indemnizaciones que deberá abonar en Catalunya a los productores de fruta por los daños de las heladas de principios de abril. Fundamentalmente se centran en la provincia de Lleida, porque el frío se cebó con las comarcas del Segrià, la Noguera, el Pla d’Urgell, Les Garrigues y el Urgell, además de en menor medida la Ribera d’Ebre.

A estas cifras, además, habrá que añadir los daños causados por diferentes tormentas de pedrisco, un riesgo que aún se mantiene a lo largo de todo el verano. Según los datos de Agroseguro, más del 80% de las explotaciones frutícolas leridanas, tanto fruta de hueso como semilla, están aseguradas y este año se habrían asegurado alrededor de 730 millones de kilos de fruta con un valor asegurado de 285 millones de euros.

Pese al elevado nivel de contratación, el sistema se mantiene en el centro de la polémica por parte de los agricultores, que consideran que no es adecuado para las necesidades del sector. Las críticas en el caso de los daños por el frío se centran en diferentes aspectos, pero el fundamental es el de la franquicia, que los payeses sitúan en un 30%.

JARC destaca que payeses y centrales priorizan los trabajadores habituales

El líder de JARC, Joan Carles Massot, destaca que este año más que nunca se está dando prioridad a los trabajadores del campo que vienen año tras año a la recolección y la manipulación de la fruta de Lleida. Apunta que prácticamente todas las personas que hoy están empleadas como temporeros son personal con experiencia en Lleida y que ya han trabajado en campañas anteriores para los agricultores o las centrales.

Afirma que la campaña está siendo “tranquila” como consecuencia de la fuerte caída de la producción. Explica que los llamamientos a que nadie se desplazara a Lleida sin contrato han funcionado. Pero también el hecho de que los trabajadores del campo que se encuentran en el territorio advirtieran a conocidos y amigos que pretendían emplearse en la campaña en Ponent que no se desplazaran por la ausencia de oportunidades dada la falta de fruta.

En su opinión, estos llamamientos han surtido tanto efecto que no descarta que incluso pueda generarse alguna tensión en las próximas semanas, cuando la recogida de la pera y la manzana se encuentra en su máximo apogeo. Explica que si bien es cierto que ha caído también la producción de fruta de hueso, la disminución es muy inferior a la de melocotones y nectarinas. Así, serán necesarias más personas trabajando en el campo y en las centrales en semanas.