La cosecha de Blanquilla arranca en Lleida con retraso y poca producción

Agricultores de Lleida han comenzado estos días a recoger las primeras peras de la variedad Blanquilla, que había llegado a ser la “reina” en la provincia, aunque ahora ha quedado desbancada. Esta año la campaña está marcada en buena medida por los efectos de las heladas de primavera. De hecho, arranca con un retraso del orden de diez días con respecto al año pasado.

El líder de Asaja, Pere Roqué, apunta que “el frío mató el corazón de muchas peras, y les ha costado alcanzar el nivel de maduración, de ahí el retraso”. Además, la cosecha será muy corta, dado que según las previsiones oficiales de la conselleria de Acción Climática y de la patronal del sector, Afrucat, la provincia producirá 6.260 toneladas. Representa un descenso del 41% con respecto a la media de 2017-2021.

Hay que tener en cuenta los arranques de esta variedad registrados en la provincia. Con respecto al año pasado, la caída es de un 1%, a tenor de las estimaciones oficiales. Este año, además, se estima un recorte de los kilos con calibre para la comercialización en fresco, una situación que los agricultores afirman que se debe traducir en una mejor valoración por parte del mercado.

“Los agricultores solo enviamos al mercado calibres comerciales y el mercado tiene que pagarlos en correspondencia a la oferta disponible”, afirmó Roqué. La producción global de pera se prevé este año muy baja en la provincia por efecto de las heladas primaverales. En concreto, se estima una producción de 96.950 toneladas, un 24% menos que el año pasado y un 27% por debajo del promedio de las campañas de 2017 a 2021.

La mayor caída se prevé en la variedad Williams-Barlet, con un 44% menos que el año pasado, mientras que ha sido de un 31% en el caso de la Limonera. Para dentro de unos días se estima que arrancará la campaña de la variedad Conference, que es la más importante en estos momentos en la provincia por se la de mayor producción. Este año apenas se prevé una cosecha de 56.710 toneladas, un 19% menos que el año pasado por efecto de la meteorología.

El pedrisco del viernes dañó más de mil hectáreas de Lleida

La tormenta de agua y granizo del viernes en el Segrià y Les Garrigues ha afectado a unas 1.175 hectáreas de cultivos, según las primeras estimaciones del departamento de Acción Climática. Descargó con mucha virulencia sobre Aspa y Alfés, aunque también hay afectaciones considerables en Castelldans y l’Albagés, mientras que en los municipios de Granyena de les Garrigues, Soleràs, Cogul, Artesa de Lleida, Lleida y Alcanó el daño es menor. En Les Garrigues las fincas afectadas son de olivo y almendro.

Muchas ya se habían visto afectadas por las heladas de abril y el poco fruto que quedaba en el árbol ha caído al suelo. Hay fincas con afectaciones considerables, sobre todo las zonas de secano de Castelldans y l’Albagés, donde más del 70% de la producción que quedaba en el árbol ha caído. En el resto de municipios afectados los daños han sido entre el 20 y el 30%, ya que cayó más agua.

En la fruta del Segrià, las zonas más afectadas fueron las plantaciones de peral, melocotonero y nectarina que todavía estaban pendientes de cosechar, principalmente en Alfés, con daños del 40 y 60% de la producción. En almendro y olivo se produjeron fuertes caídas de frutos, principalmente en Aspa, con daños de hasta el 80 y el 90% en almendro, y de hasta el 70-80% en olivo. En Alfés también resultaron afectadas fincas de girasol.