El calor sin precedentes de este verano en toda Europa reduce el calibre de la fruta
Los productores piden en el mercado de la distribución que ajusten sus exigencias a la "realidad de la campaña"
El calor sin precedentes de este verano en toda Europa hace reducir el tamaño de las manzanas y peras que se recogen
El calor extremo que se ha vivido este verano en el conjunto de zonas productoras de fruta de semilla en toda Europa ha provocado que los calibres de los frutos se hayan reducido y por lo tanto, se prevé que en los próximos días haya una actualización a la baja de los kilos de manzanas y peras previstos para la campaña. La Federación Española de Asociaciones de Productores de Fruta (FEPEX), donde se incluye la catalana Afrucat, ha pedido en el mercado de la distribución que ajuste las exigencias a la realidad de la campaña. El presidente del Comité, Joan Serentill, ha asegurado que manzanas y peras tienen la misma "calidad de siempre" pero son "ligeramente más pequeñas".
Según Serentill, el tamaño de la fruta es una "cuestión de tradición" ya que aquí, el consumidor siempre ha preferido, en general, piezas de más calibre, mientras que en el resto de Europa, se venden los calibres más justos. Por este motivo, se ha mostrado plenamente convencido de que el consumidor entenderá que la fruta es un producto "100% natural" que crece en función del medio y "sabrá valorar la calidad aunque este año sea un poco más pequeña".
El motivo por el cual este año manzanas y peras son más pequeñas es porque en situaciones de estrés hídrico por falta de agua o cuando las temperaturas son extremas, ya sea por el frío o el calor, el árbol frena su crecimiento y prioriza la supervivencia por delante del crecimiento del fruto. El calor extremo de este verano ha provocado que los árboles den frutos más pequeños en toda Europa.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el mes de junio fue muy cálido y el julio extremadamente cálido, con unas temperaturas medias en España de 21,8 en junio (2 grados por encima de la media) y de 25,6 en julio (2,7 por encima de la media). Se trata del mes de julio más cálido desde principio de la serie contabilizada por la AEMET, que se inició en 1961, superando el 0,2 grados en julio de 2015, que hasta ahora había sido el más cálido. Las temperaturas elevadas han seguido en agosto y han afectado también al centro y el norte de la península, donde están las principales zonas productoras de manzana y pera.
