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Se reduce hasta un 20% la producción de maíz en Lleida por el calor

Arranca la campaña de recolección con un buen precio de mercado a 330 euros la tonelada a causa de la guerra en Ucrania

Una máquina recolectora de maíz trabajando en una finca de Vila-sana.

Una máquina recolectora de maíz trabajando en una finca de Vila-sana.Oriol Bosch / ACN

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Las olas de calor de este verano han ocasionado una bajada de producción de maíz del 20% por hectárea, unos 2.500 kilos menos. En un año normal, la producción por hectárea es de entre 15 y 16.000 kilos y este año, las primeras cosechas están dando cifras de entre 13 y 14.000 kilos. Así lo ha explicado el gerente de la Cooperativa de Miralcamp y responsable de cereal de la FCAC, Santi Vergé, que también ha destacado que a causa del calor, la campaña ha empezado unos 15 días antes de lo que es habitual. La guerra en Ucrania ha provocado que los precios sean buenos y a 330 euros la tonelada, son los mejores de las últimas campañas. Vergé remarca que eso al menos "compensa" la bajada de producción y el incremento de costes para el agricultor.

A principios de esta semana han empezado a recolectar las primeras fincas de maíz de las comarcas de Ponent, en municipios como Miralcamp, Vila-sana o Palau d'Anglesola. Son variedades que se plantaron en marzo y que en un año normal se recolectarían a principios de octubre pero a causa del calor extremo de este verano, la cosecha se ha adelantado. Este hecho ya es un "indicador" de que la cosecha no será suficientemente buena, apunta a Santi Vergé.

La causa se debe al hecho de que el maíz desarrolla la floración y polinización para generar las piñas en torno a la primera quincena de julio. Por aquellas fechas, se registraron temperaturas superiores a los 40 grados y eso provocó que la polinización fuera mala y se quemaran las "ceras" del maíz. A este hecho, hay que añadir que en la zona del Urgell, donde se riega a través del sistema Oliana – Rialb, las reservas de agua han sido muy bajas durante toda la campaña y se han retrasado los riegos.

Esta situación mala se ve compensada, en cierta manera, por los efectos colaterales del conflicto en Ucrania, ya que los precios se mantienen en 330 euros por tonelada de maíz y eso evitará que la de este año sea "una campaña desastrosa". Es el mejor precio de los últimos años, ya que en el 2020 el maíz se pagaba entre 180 y 200 euros la tonelada, mientras que la campaña pasada se llegó a los 250 euros. Ahora se ha abierto un "corredor" para sacar cereal de Ucrania hay más oferta, por lo cual el precio se ha "relajado" hasta los 330 euros pero a principios de marzo, cuando estalló la guerra, se llegó a los 400 euros.

El hecho de que se haya anticipado la recolección y que no haya segundas cosechas por la limitación de agua de riego hará que la campaña también acabe antes de lo previsto y si un año normal finalizaba a partir del 20 de noviembre, este año previsiblemente a finales de octubre ya estará todo cosechado siempre y cuando la meteorología acompañe.

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