UP bloquea la entrada a la subdelegación en protesta por el veto a las quemas agrícolas

Alrededor de 150 agricultores, según fuentes policiales, bloquearon ayer con melocotoneros arrancados y a punto de quemar la entrada de la subdelegación del Gobierno en Lleida para exigir una modificación de la ley estatal que prohíbe la quema de restos vegetales (en vigor desde el 8 de abril) y para reclamar una exención del nuevo concepto del tope de gas en la factura eléctrica de las actividades agrícolas al ser empresas esenciales para la producción de bienes básicos. Lo hicieron en una concentración convocada por Unió de Pagesos (UP). Reclamaron a la administración que se tenga en cuenta el impacto de la ley en las explotaciones agrícolas, ganaderas y forestales más pequeñas, que “salen muy perjudicadas por esta normativa y que suponen un sobrecoste para el agricultor de entre 1.000 y 1.500 euros por hectárea”, explicó Carles Vicente, de UP.

Con el lema: Prou rucades! Contamina més triturar les restes vegetals que cremar-les! abandonaron delante de la puerta de la subdelegación árboles arrancados bloqueando el acceso y exigieron la corrección “inmediata” del artículo de la ley que prohíbe las quemas. Pidieron a la administración que se ajuste a las directivas europeas de residuos y reducción de las emisiones que no vetan las quemas y que obligan a velar por el impacto en las pequeñas explotaciones. “Este sinsentido no puede ser una obligación, debe ser una recomendación en la que prime el sentido común”, explicó Ricard Huguet, de Vilanova i la Geltrú.

El coordinador en Lleida del sindicato agrario, Jaume Pedrós, se reunió con el subdelegado en Lleida, José Crespín, a quien trasladó las reivindicaciones y este se comprometió a trasladárselas al ministro de Agricultura, Luis Planas, que está de visita en Lleida. El sindicato convocó otra protesta mañana por la tarde en Lleida en el marco de la Fira Sant Miquel.

Denuncian sobrecostes y más exigencias ambientales

Los agricultores denunciaron que la normativa 7/2022 se suma a las exigencias ambientales que están “ahogando” al sector. “Es una barbaridad que se deban tratar toneladas de restos vegetales, porque se contamina más con las trituradoras y el transporte que quemando”, dijeron. Pidieron que no “se rían y se menosprecie” un sector que ya sufre mucho con las subidas de precios de la energía. En cuanto a las emisiones de CO2 que se produce cuando se hacen quemas aseguraron que son muy bajas si se comparan con las que produce una industria o las derivadas del transporte. También exigieron que no se criminalice al sector y lamentaron que la modificación de la ley vaya mucho más allá de lo que dictamina Europa para luchar contra el calentamiento global. La ley estatal obliga ahora a triturar todos los restos vegetales que se generen en las explotaciones o bien aprovecharlos como biomasa.