El sector vacuno ve con “vértigo” su futuro por el incremento de costes

El incremento de los costes de producción, que ha aumentado a raíz de la invasión rusa en Ucrania a finales de febrero pasado, hace que muchos productores de vacuno de carne se estén planteando la continuidad de sus explotaciones porque no les salen los números, pese a unos precios de la carne de “récord”. Así lo señaló ayer el presidente de Asoprovac, Ricard Gòdia, durante la XXIV Jornada del Vacuno de Carne de Alcarràs. Según Gòdia, el precio de los cereales con los que se elaboran los piensos se ha doblado en el último año, y también se ha disparado considerablemente el coste de la energía, por lo que sector del vacuno de carne está viviendo una situación de “incertidumbre” y de “vértigo” que pone en riesgo la continuidad de muchas granjas por la caída de la rentabilidad de las mismas.

“Si ahora entramos terneros, debemos alimentarlos durante un año con lo que, si no bajan los costes de producción (especialmente de los cereales y de la energía), podemos tener un ‘crack’ muy grande en las explotaciones, pero si baja el precio de la carne y no bajan los costes nos podemos encontrar que mucha gente se acabe arruinando en el sector y eso da miedo”, alertó Gòdia.Para hacer frente a este contexto pesimista, el sector del vacuno ve la apertura de nuevos mercados en países emergentes, sobre todo asiáticos, como una vía para dar salida a la producción ganadera estatal. “El primer mundo está algo saturado pero el segundo y tercer mundo tienen necesidad de proteína y son esos países los que estirarán de las producciones ganaderas”, según el presidente de Asoprovac.

“La ausencia de ayudas de la PAC al vacuno crea incertidumbre”

El futuro del sector, sobre todo tras la entrada en vigor en enero de la nueva Política Agraria Común (PAC), centró buena parte de las ponencias de la XXIV jornada de Alcarràs.

La ausencia de una ayuda básica a la renta y de las asociadas al cebo puro dentro de la PAC, afectará a todo el sector de vacuno, no solo el de engorde. Por ello, aumenta la incertidumbre sobre la prevalencia de las pequeñas explotaciones ante una política europea que pone más trabas a la carne roja, según Asoprovac.