La venta de fincas rústicas se hunde en Lleida por la crisis del campo y el endeudamiento

La crisis del sector agrícola y los problemas de endeudamiento de buena parte de agricultores se está dejando sentir de forma clara en la compra-venta de fincas rústicas. Así lo demuestra el hecho de que en los diez primeros meses del año pasado se hayan efectuado en Lleida solo 2.690 operaciones, frente a las 3.221 del mismo período del año pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Supone un descenso de medio centenar de ventas al mes, o lo que es lo mismo, del 16,48 por ciento.

Esta situación contrasta con otras zonas del Estado, donde se aprecian repuntes atribuidos, en gran medida, a inversores que buscan rentabilidad a largo plazo y utilizan este tipo de operaciones como “refugio” para su dinero, en especial en el caso de terrenos en regadío y listos para producciones intensivas o superintensivas para poder maximizar las producciones y mecanización y minimizar los costes de mano de obra. Un informe que acaba de hacer público Tinsa, por ejemplo, explica que están siendo menos demandadas las fincas de frutales de pepita y de hueso. Por el contrario, crece el interés por los frutos secos, como el pistacho o el almendro, por “influencia de inversores y grupos empresariales que han encontrado potencial de rentabilidades más altas”.

El estudio de esta sociedad de tasación habla de un “tenue impulso” en las operaciones en fincas de cereales en el caso de la provincia de Lleida, mientras habla de “recesión” en el caso de los frutales de hueso y de pepita, sector en el que aprecia cambios de cultivo. En el caso de los almendros, en las comarcas de Ponent considera que hay cierto freno, a pesar de que sigue siendo cultivo protagonista en el caso de los frutos secos junto al pistacho. En este contexto, el grueso de las fincas rústicas que cambian de manos en la demarcación no son por operaciones comerciales, sino por herencias.

Entre los meses de enero y octubre de este año Estadística tiene contabilizadas 4.669. Es decir, que mensualmente se venden unas 270 y se heredan cerca de 470. Los jóvenes se quejan de las dificultades a la hora de acceder a tierras, por la escasa disponibilidad, por una parte, y por los precios, por otra

Cada mes se venden una media de 270 fincas rústicas en Lleida y se traspasan por herencia unas 470

En el conjunto del Estado, entre enero y octubre pasado se registraron 131.749 compra-ventas, una cifra muy similar a la del mismo período de 2021.

El precio medio, estable en los 13.538 euros de promedio

El precio medio de una hectárea de tierra para uso agrícola en la provincia de Lleida alcanzó en 2021 los 13.538 euros, un 0,84 por ciento más que un año atrás, según últimos datos oficiales de la conselleria de Agricultura, siendo el precio más alto de los últimos cinco años. También cifra en 27.839 euros el precio medio ponderado de una hectárea de frutales en regadío, lo que representa un aumento de 253 euros con respecto a 2020.Las tierras de secano valen de promedio casi una cuarta parte que las de regadío en Lleida. Una hectárea de cultivo en secano estaba valorada en 6.659 euros en 2021, cuando en el ejercicio de 2020 alcanzaba los 6.631.

En el caso del olivo de secano, un tipo de producción que está bajando en favor de las tierras de regadío para producir aceitunas, la hectárea registra una ligerísima revalorización, pasando de los 6.678 euros por hectárea a 6.675 euros.