Agricultors piden medidas para combatir la fauna salvaje

El aumento de animales salvajes en los últimos años se ha convertido en un verdadero problema para los agricultores y ganaderos de las comarcas de Ponent, que cada vez ven con más frecuencia como la fauna estropea sus cultivos.

Delante de eso, el sector hace tiempo que pide al Gobierno medidas eficientes para combatir estas plagas, como utilizar biocidas para reducir la población de conejos o un plan para esterilizar las hembras de jabalíes.

En caso contrario, "dentro de dos años habrá más jabalíes que campesinos", avisa el agricultor y presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué, que añade que en la huerta de Lleida hay jabalíes de que se comen las raíces de fruteros jóvenes y eso hace que los árboles tarden el doble de tiempo para empezar a producir.

Los ataques de fauna salvaje en cultivos son cada vez más frecuentes en la plana de Lleida, una situación que los agricultores hace tiempo que denuncian.

"Estamos hartos", afirma Pere Roqué, que lamenta la falta, por parte del Gobierno, de un plan eficaz por reducir los ejemplares de seglares, corzos y conejos, y critica también que las administraciones "se pasen la pelota" sin poner solución a esta problemática que provoca la pérdida de producción de alimentos y un gasto económico extra para los campesinos.

Las soluciones que propone Asaja Lleida, aparte de la caza, son utilizar biocidas en el caso de las plagas de conejos y un plan de esterilización de las hembras de jabalíes para evitar la reproducción de la especie. Si eso no se detiene y se deja que los jabalíes se reproduzcan al ritmo de unas siete crías por animal.

Y es que desde el sindicato agrario denuncian que las pérdidas económicas que la fauna salvaje provoca a las explotaciones agrarias son diez veces superiores a lo que costaría un plan para esterilizar las hembras de jabalíes o un plan para aplicar biocidas. "Si sacamos ayudas para que la gente haga alimentos y, por el contrario, estamos produciendo para alimentar fauna salvaje en vez de personas, alguien aquí tiene que poner remedio", añade Roqué.

JABALÍES hacen que los fruteros tarden el doble para producir

Un ejemplo de los daños que la fauna salvaje provoca en los campos es la de una finca de manzanos jóvenes de la huerta de Lleida, próxima al término de Corbins. La presencia de jabalíes en este campo ha pasado de ser anecdótica a ser constante y lo que buscan son las raíces de los manzanos para alimentarse.

El rastro más visible que dejan son zonas con la tierra removida y agujeros que pueden llegar a hacer más de 30 centímetros, aunque su huella también se ve en el crecimiento de los árboles.

Los fruteros se plantaron hace dos años y tendrían que hacer entre 2 y 2,5 metros de altura, aunque la realidad es que muchos no llegan ni al metro. Eso provoca que los árboles tarden hasta el doble de tiempo para empezar a producir.

"Si a los 4 años el árbol tenía que producir al 80% y en los 6 hacerlo ya al 100%, ahora nos vamos a 10 años, eso si para aquí. Si no, se tendrá que arrancar y el campesino habrá perdido 15 años", explica Roqué, que añade que aparte de la pérdida de producción que eso le supone al agricultor, hay que sumar también el gasto de volver a tapar los agujeros del suelo para poner la explotación como estaba antes y evitar accidentes con maquinaria.