Los agricultores defienden que ahorran agua y piden más recursos para modernizar riegos

Los agricultores de Lleida reivindican que ahorran agua y aplican todos los mecanismos que tienen a su alcance para usarla de forma eficiente. Sindicatos agrarios y presidentes de comunidades de regantes coinciden en defender su gestión y responden así ante las declaraciones de diferentes instancias que les atribuyen un elevado consumo. Afirman que desde hace años trabajan para minimizarlo instalando sistemas de aspersión o goteo.

En este sentido, reclaman tanto a la Generalitat como al Estado que inviertan y agilicen obras de modernización para suprimir el riego a manta, ya que es la única forma de reducir el gasto. El presidente del riego histórico de Pinyana, Ramon Piqué, advirtió que “hace tiempo que insistimos en modernizar el regadío, pero las administraciones no han hecho caso hasta que se han topado con una sequía excepcional”. “Las infraestructuras de regadío se han postergado a otras como carreteras o aeropuertos y después de sequías como la de 2007, incluso teniendo en cuenta que hablamos del sector primario, vital para la economía y las subsistencia”, dijo.

Apuntó que “avisamos de lo que pasaría y ahora está pasando”. El presidente del Aragón y Catalunya, José Luis Pérez, asegura sentirse “molesto con los que afirman que gastamos de más. Los regantes hacemos esfuerzos desmedidos por adecuar nuestras instalaciones con la inversión millonaria que comporta”.

Como ellos, el presidente del Canal d’Urgell, Amadeu Ros, asegura que los agricultores son los primeros en afrontar situaciones adversas con todas sus consecuencias. “Es vital modernizar riegos ante el cambio climático y el Govern y el Estado deben darle prioridad”. La Associació Catalana de Comunitats de Regants (Acatcor) defendió ayer en el Parlament la actuación de los regantes en la gestión del agua.

Jaume Pedrós, responsable de regadíos de UP, indicó que los “payeses intentamos ser el máximo de eficaces” y añadió que se tendría que haber aplicado una directiva “desde arriba” para destinar más superficie al cereal de invierno. Indicó que la “sequía se debe combatir cuando hay abundancia” y que “es muy fácil acusar a los de siempre”. Martí Costal, responsable sectorial del agua del JARC remarcó que “nos piden cultivos que requieren menos recursos hídricos y dan menor rentabilidad, pero tenemos que seguir pagando nóminas y créditos”.

Valoró que “hay una gran incomprensión hacia nuestro trabajo y es muy difícil seguir así, con esta rentabilidad y sin ayudas. Dicen que el 80% de las reservas de las cuencas internas de Catalunya son para la agricultura, pero es falso. Hemos pasado de una situación de alerta a otra de excepcionalidad durante el invierno y los agricultores no hemos regado nada”.

Según Pere Roqué, de Asaja, “los agricultores cargan sobre sus espaldas la modernización del riego, algo que requiere cooperación de las administraciones. Somos los primeros ahorradores de agua, los más interesados en usarla de forma eficiente. Si no quieren que produzcamos alimentos que nos lo digan”.

Las reservas de nieve en las cabeceras siguen siendo escasas

Las reservas de nieve acumuladas en el Pirineo siguen siendo insuficientes para solventar la prolongada sequía, en especial en la cuenca del Segre. En la cabecera del Valira en La Seu se acumulan 75,8 hectómetros cúbicos, a los que hay que sumar 76,2 en la cabecera del Segre en La Seu. En total son 152 hectómetros cúbicos, a los que hay que añadir los casi 84 de los embalses de Rialb (al 12%) y Oliana (al 42%).

En la cuenca del Ribagorçana, Canelles se encuentra al 23% con 160 hectómetros cúbicos cuando tiene capacidad para casi 680.