AGRICULTURA
Lleida ha perdido otros 351 payeses en un año pero las explotaciones crecen
La superficie media ha pasado de 34 a más de 43 hectáreas desde el año 2009
El sector agrario de las comarcas de Lleida se enfrenta a un paulatino descenso del número de payeses, con más jubilaciones que incorporaciones, mientras que la superficie media de las fincas aumenta, con un creciente interés tanto de las empresas agroalimentarias como de inversión por parte de sectores ajenos que se fijan en el campo.
Lleida ha acabado el mes de febrero con apenas 4.658 agricultores y ganaderos cotizando en el régimen especial como trabajadores autónomos agrarios, una cifra que representa un descenso de 351 con respecto a las mismas fechas del año pasado. Se mantiene así la tendencia a un retroceso de profesionales familiares debido a que, en muchos casos, no tienen continuidad en las explotaciones, por lo que las jubilaciones en el campo superan de largo las incorporaciones de los jóvenes. Muchos de ellos descartan el sector primario a tenor de las dificultades que atraviesa y las condiciones de trabajo, con una ganadería que exige atención los 365 días del año y una agricultura en la que una helada, un pedrisco o la sequía puede comprometer el resultado de toda una campaña.
El descenso de afiliados se registra en ambos sexos. Ahora apenas hay 1.100 leridanas cotizando en este régimen agrario, tras la pérdida de 61 en el último año. En el caso de los hombres, se ha pasado de 3.848 en febrero de 2022 a los 3.558 del pasado mes, es decir, que el descenso ha sido de 290.
Baja el número de profesionales, pero se incrementa la superficie de las explotaciones. Una evolución que se explica porque son necesarios negocios de mayor volumen para conseguir rentabilidad, por una parte, y por el interés de grandes empresas, por otra. En ocasiones hablamos de grandes firmas del sector agroalimentario que apuestan por garantizarse ellas mismas la materia prima produciendo.
Pero en otros casos se trata de inversiones de firmas ajenas que buscan rentabilidad en la tierra. Los últimos datos del ministerio de Agricultura referidos a Catalunya, fundamentalmente a Lleida, sitúan en 43,2 hectáreas la superficie útil media, frente a las 33,9 del año 2009. En caso de fincas arrendadas, se pasa de 14,4 a 26,5 hectáreas.Además de la pérdida de profesionales, el sector agrícola afronta otros retos como el despliegue de las energías renovables o los daños que provoca la plaga de conejos en los cultivos.
Los agricultores debaten en la Fira de Sant Josep sobre las soluciones a todas estas problemáticas (ver páginas 4 y 5).
El Pla d’Urgell celebra los 35 años de una comarca “ganada a pulso”
El Pla d’Urgell celebró ayer, en el marco de la Fira de Sant Josep, los 35 años de una comarca “ganada a pulso”, tal como señaló el conseller de Derechos Sociales, Carles Campuzano. Aludía así a su creación en 1988, fruto de la reivindicación del territorio.
En el acto de homenaje a los municipios, destacó que el certamen es una “expresión de la vitalidad económica del país y la recuperación económica”. Añadió que “un buen estado del bienestar es inseparable del dinamismo económico”. El alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, instó a los otros primeros ediles del Pla a seguir “comprometidos en hacer una comarca más justa, sostenible y próspera”.
También indicó que la feria “está siendo un éxito” y apuntó a los cambios que se han llevado a cabo en el recinto ferial. Por su parte, el presidente de la Diputación y alcalde de Bellvís, Joan Talarn, dijo que el Pla es una comarca acostumbrada a “transformarse para fortalecerse” y puso como ejemplo el cambio que supuso la construcción del Canal d’Urgell. Asimismo, reivindicó el municipalismo como herramienta para hacer arraigar proyectos de vida en el territorio.
El presidente del consell comarcal y primer edil de El Poal, Rafel Panadés, subrayó la importancia que tiene “ser una comarca unida”.