La campaña de la fruta de Lleida genera más de medio millón de jornadas de trabajo

Los trabajos de recogida de la fruta en Lleida requieren de más de medio millón de jornadas de ocho horas, según las estimaciones que maneja la delegación del Govern para poder organizar la campaña junto a los representantes del sector y las administraciones locales.

Estima el inicio en el mes de abril, aunque sea tímidamente con los primeros albaricoques que saldrán de las fincas más tempranas del llano, con apenas 235 jornadas y sitúa las últimas 44 en noviembre con las manzanas más tardías que se cultivan en Ponent. El grueso de la campaña se concentra en los meses de julio (120.039 jornadas de ocho horas), agosto (177.445) y septiembre (133.300).

Así consta en el informe analizado en la última reunión de la campaña, elaborado por los informes del departamento de Acción Climática en función de las superficies de cultivo y los rendimientos estimados. En este caso se plantea una cosecha que pudiéramos calificar de “normal”, sin desastres provocados por inclemencias meteorológicas, como las dramáticas heladas de abril del año pasado que arrasaron con buena parte de la producción.

El sector confía en que el frío del invierno haya cubierto ya las horas de caída de los termómetros en las zonas productoras y que estas no se repitan en los momentos más críticos de la evolución de los árboles. De hecho, las bajas temperaturas registradas semanas atrás frenaron la evolución de los frutales y han retrasado la plena floración con respecto al año pasado en torno a dos semanas.

Los cálculos de la conselleria de Acción Climática de mano de obra se basan en una superficie de cultivo total de fruta de 32.885,14 hectáreas en la provincia. El grueso corresponde a los perales (8.691,57), los nectarinos (7.621,23), los manzanos (6.150,57), los paraguayos (4.016,80) y los melocotoneros (3.596,84).

El albaricoque es una fruta que va ganando terreno en la demarcación, en especial por parte de agricultores que optan por diversificar sus cultivos, y ya suman 1.545,32 hectáreas.

En su informe, Acción Climática incluye además 816,14 hectáreas de ciruelos, 235,82 de platerinos y 210,85 de ciruelos. En cuanto a los rendimientos de la mano de obra en la recolección de las principales frutas, llegan a 1.600 kilos en manzana y pera a los 1.360 en la nectarina.

Las organizaciones agrarias temen falta de personal

Las organizaciones agrarias advierten que el hecho de tener una campaña plena de producción, si no se producen mermas por fenómenos meteorológicos adversos, puede traducirse en problemas para encontrar el personal necesario para la recogida en las fincas.

Alertan que los parados que integran los registros del Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC) descarta mayoritariamente emplearse en el campo. Por otra parte, aseguran que personal que se quedó sin empleo el verano pasado por la falta de fruta se ha buscado ocupaciones alternativas. Por ello piden poder contar con fórmulas ágiles de contrataciones en origen si son necesarias para cubrir las necesidades en las fincas.

La Generalitat ha anunciado una partida de millón y medio de euros para ayudar a los agricultores catalanes a poner en marcha, adecuar o ampliar alojamientos para temporeros. Está previsto que la mayoría de este capital acabe en proyectos de fruticultores leridanos. Esta era una reivindicación del sector que se puede calificar de histórica, teniendo en cuenta que la última línea se abrió en 2006 con 380.000 euros.