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La sequía golpea en Lleida al 59% de territorio en riego de todo Catalunya

Cuatro de cada diez euros de la producción agraria se generan en territorio leridano

El sector bovino de Lleida suma más de la mitad de los animales de toda Catalunya.

El sector bovino de Lleida suma más de la mitad de los animales de toda Catalunya.ACN

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“Lleida és el rebost de Catalunya”. Es una frase repetida hasta la saciedad para explicar la importancia del campo, un sector primario que ahora lanza un grito desesperado porque la sequía puede dejar cientos de explotaciones agrarias en la cuerda floja. La provincia tiene el 59% de la superficie en riego de Catalunya, pero no tiene agua.

Miles de hectáreas de cultivos en Lleida se encuentran, como mínimo, en una situación delicada por más de treinta meses de sequía que han dejado casi vacíos los pantanos y han provocado el cierre de los grifos en los grandes canales de riego. Lleida tiene 162.873 hectáreas en regadío, el 59% de toda Catalunya, pero no tiene el agua vital para sacar adelante las producciones. Como publicó SEGRE, Agroseguro ya está peritando las 60.000 hectáreas de cereales de secano en las comarcas leridanas y calcula que las indemnizaciones ascenderán a 25 millones de euros, según las primeras estimaciones. Pero son muchos los cultivos que carecen del paraguas del seguro por falta de agua.

Lleida tiene 187.520 hectáreas dedicadas a la producción de trigo, cebada y maíz y si la cosecha en secano se da ya por arruinada, la de regadío sufre tanto o más. Estamos hablando de que LLeida cuenta con más de 64% de la superficie de estos cultivos y, si analizamos la producción, el año pasado se consiguieron en Ponent 876.624 toneladas (67% de Catalunya).En el caso de los forrajes, el valle del Ebro es líder en producción con Lleida y Huesca a la cabeza. En la provincia representa 25.800 hectáreas (60% de Catalunya), con 1,386 millones de toneladas (76,32%).

Hablamos de un cultivo que necesita de agua y que tiene en la exportación una de sus grandes bazas. Ahora, con la escasez, sus precios se sitúan en niveles históricos y ahogan la economía de los ganaderos que no tienen pastos para sus animales y deben complementar su alimentación. Si por algo es conocida Lleida tanto en el mercado interior como en Europa es por su fruta dulce.

Sus 6.420 hectáreas de manzanos y 9.318 de peras representan cerca del 70 y del 97% de la superficie catalana. Si hablamos de melocotón supera el 88% y en nectarina en 94%, con 8.676 y 8.423 hectáreas, respectivamente. Son solo algunos ejemplos, a los que se pueden sumar el 57% de la superficie de almendros.

El sufrimiento de los árboles dispara el temor de los payeses a ver arruinadas sus producciones. Otras, como el vino, con 4.712 hectáreas o el olivo, con 36.586, se encuentran también con un déficit peligroso de agua, pero aún confían en lluvias que puedan, al menos, paliar una situación tristemente histórica.Los últimos datos oficiales de la renta agraria catalana datan de 2021 y valoraban las producciones por encima de los 5.376 millones de euros. Teniendo en cuenta el peso de Lleida en los grandes sectores, la estimación en el caso de la provincia ronda los 2.208 millones.

Es decir, se sitúa en torno a un 41%. Pero los efectos de la pérdida de producción se multiplican cuando se tienen en cuenta la repercusión en cadena en empresas y un amplio abanico de actividades. Por poner un ejemplo, sin fruta no hay empleo para temporeros del campo ni de las centrales, pero tampoco hay demanda de cajas, de transporte para su distribución o exportación.

Todo ello, pensando siempre en que, si las ansiadas lluvias no lo remedian, hablemos únicamente de pérdida de producción, porque la muerte de los árboles multiplica los dañoss durante años y puede desembocar en el abandono de muchos productores. Afrucat estima en 164 millones las pérdidas por el cierre del Canal d’Urgell. Amplía hasta los 764 millones los daños si los árboles no soportan la sequía.

Dominio del sector ganadero, clave para la industria

El sector agrícola de Lleida es vital dentro del sector agroalimentario catalán, pero la ganadería lo es tanto o más. Los mataderos y las industrias cárnicas de la provincia, así como del resto de Catalunya y de Huesca necesitan de los animales que les puedan surtir las granjas de la demarcación. El 58,5% de los animales porcinos de toda Catalunya se crían en explotaciones de la provincia, que cuenta con un censo superior a los 4,6 millones de cabezas.

También en bovino tiene la “mayoría absoluta” del sector, porque sus 311.064reses contabilizadas por la conselleria de Agricultura representan el 53,5%.Además, roza la mitad de la producción de huevos de Catalunya, con más de 48 millones de docenas. Muy similar es la situación en el caso de los pollos de engorde, que el último censo oficial de la Generalitat sitúa por encima de los once millones de animales.En el caso del ovino, los datos oficiales cifran en 180.516 los animales en la provincia, mientras en caprino son algo más de 22.700. Suman más del 40%, en el primero de los casos y casi el 33%, en el segundo.

Muy por detrás se sitúa el sector cunícola, que vive desde hace años su particular crisis tanto de resultados como de consumo que se ha traducido en un triste goteo de cierres de granjas. Los últimos datos oficiales, que son de 2021, limitan el número de animales en 2396.349 en las granjas de las comarcas leridanas, lo que supone uno de cada cuatro en toda Catalunya. En el caso de la ganadería, la sequía está elevando costes de alimentación a niveles preocupantes.

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