AGRICULTURA FRUTICULTURA
“El cambio climático pondrá en peligro la supervivencia de cultivos”
Riegos deficitarios y controlados permiten la reducción de agua en manzanos|| La baja producción del año pasado “ha abierto la puerta” a producción de Polonia
Las previsiones sobre las consecuencias del cambio climático advierten que la disponibilidad de agua en el futuro se pueda reducir a la mitad, una situación que se traducirá en que los secanos sufrirán mucho con el peligro de supervivencia de cultivos, según advirtió ayer el investigador del IRTA Joan Girona en la jornada PostharvestTALKS: Fruta de pepita celebrada en Agrónomos. Pero no solo en el secano, advirtió, sino en algunos regadíos con importantes restricciones o descenso de agua. Las previsiones apuntan a un incremento de la temperatura, en especial en los meses de verano, una situación que se traducirá el adelanto de las producciones.
Si se incrementa en dos grados, la cosecha de manzana Golden se aceleraría dos semanas, pero llegaría a un mes con un calentamiento de 4 grados de promedio. Además, según dijo, se traduciría en problemas de calidad, en especial del color, y un desacople entre la maduración fisiológica y fenológica. Los problemas, además, podrían repercutir en la floración y el cuajado.
Las olas de calor, asimismo, disparan las necesidades hídricas de los cultivos. Alertó que un almendro en regadío que no puede llegar a los 250-300 milímetros de agua, está en riesgo de supervivencia. Joan Girona aprovechó su ponencia para explicar los resultados de diferentes investigaciones llevadas a cabo en Lleida sobre las necesidades de agua para producir una manzana con tres supuestos: un año normal, con sequía que reduce a la mitad la disponibilidad de agua, o con sequía extrema con apenas un 33% de volumen.
En un sistema tradicional se necesitan 69 litros, de los que 55 son de riego y 14 de lluvia. El riego localizado programado puede reducir la cifra a 42 o 44 litros. En el caso de aplicar el agua localizada a demanda de cada parcela, baja a 38, pero si se aplica cuando realmente lo necesita la planta puede caer a 31.
Los mejores resultados se han conseguido con riegos deficitarios y controlados, en los que incluso se han conseguido mejoras de volumen de producción en esos ensayos. Eso sí, dejó claro que las reducciones de agua de forma lineal sí que mermaron la producción.En la misma jornada, Ignacio Calavia, de Decco Ibérica, analizó los problemas de la postcosecha. Destacó que la caída de la producción no siempre se traduce en buenos precios de la fruta y recordó que la merma de cosecha de manzana en 2022 en Lleida y España abrió la puerta a la entrada de fruta de Polonia.