Centrales frutícolas descartan la entrada de melocotón y nectarina de calibres cortos

Centrales frutícolas están optando por restringir la entrada de fruta de hueso de calibres cortos en un momento de oferta importante en el mercado. Tratan de valorizar melocotones, nectarinas y paraguayos de mayor tamaño. Por una parte, se quiere evitar fruta pequeña a bajo precio de comercialización.

Pero por otra, también quieren poder gestionar de forma adecuada la más apreciada por el consumidor y no colapsar las cámaras frigoríficas. Así lo han explicado a SEGRE varias fuentes del sector. A la hora de explicar esta situación hay que tener en cuenta que los calendarios de recolección de la fruta no están siendo los que se pondrían considerar los habituales, pero no hay dos campañas iguales y las fechas están jugando una mala pasada a los agricultores.

Por una parte, Murcia, zona de cosecha temprana, ha sufrido un retraso a la hora de la recolección y parte de su producción está en estos momentos en el mercado, cuando lo normal es que su presencia ya fuera mínima. Por otra, las altas temperaturas primaverales han adelantado la cosecha en el Valle del Ebro, liderado por las fincas leridanas. Así, se está produciendo un cierto efecto de solapamiento de oferta en el mercado.

El sector confía en que la situación se normalice en dos semanas, cuando acabe Murcia.El responsable del sector frutícola de Asaja de Lleida, Jordi Vidal, explica la fruta de calibre pequeño está devaluada y que hay que tener en cuenta el incremento de los costes de producción. “Solo los gastos de una central frutícola se sitúan entre 50 y 60 céntimos de euro por kilo. Así, el precio de salida de central debería ser de al menos 80 céntimos en el caso del melocotón y 90 en los paraguayos porque sino estaríamos trabajando a pérdidas”.

Estas cifras, afirma, solo servirían para cubrir costes de producción. Según su información del mercado, en estos momentos la fruta de mayor tamaño sí que se está valorando por encima de la inversión para sacarla al mercado, pero no pasa lo mismo con la pequeña. En este contexto considera que sería importante poder sacar del mercado entre un 10 y 15 por ciento de fruta, esos calibres inferiores.

Otras fuentes, de hecho, apuestan por la puesta en marcha de retiradas en especie para beneficencia. Se trataría de poder transformar la fruta retirada en zumo, una vía más valorada que las retiradas tradicionales o la venta a industria.

Corbins espera cosechar 20 millones de kilos de fruta

El sector de la fruta de Corbins está en plena cosecha y ya puede augurar unas cifras “muy buenas” en cuanto a los kilos que se conseguirán este año, unos 20 millones, después de una campaña de 2022 marcada por las heladas que mermaron la producción, según afirmó ayer el ayuntamiento.El payés y actual concejal de agricultura del consistorio de Corbins, Joan Pujol, destacó la demanda de mano de obra para poder cosechar el máximo de fruta, la mayoría de hueso a pesar de la tendencia a la fruta de semilla, como la pera y en menor cantidad, la manzana.

Este balance lo hizo durante la visita del alcalde de Corbins, Jordi Verdú, a diferentes explotaciones agrícolas del término.Por otra parte, Pujol puso en valor la gestión eficiente que ha hecho del agua el sector agrícola para regar los cultivos que reciben del canal de Pinyana. En este sentido, el riego se ha hecho en turnos de mañana y noche.En paralelo, el ayuntamiento también está gestionando la llegada de personas temporeras al pueblo para trabajar en la cosecha y cuenta con dos técnicos especializados.