La campaña de manzana roja en Lleida empieza con buenos calibres y calidad
Algunas explotaciones sufren pérdidas de producción de hasta el 30% por la sequía y la cosecha se ha avanzado una semana por el calor
La campaña de la manzana roja Royal Gala ha empezado en Lleida y los agricultores ven como a pesar de la falta de riegos por el cierre del canal de Urgell los calibres y calidad de los frutos son "bastante aceptables". Xavier Gorgues, de Vila-sana (Pla d'Urgell), es uno de los productores que ha empezado a recoger esta variedad y ha recordado la "incertidumbre" que sufrieron antes del verano por la falta de agua. Muchos productores incluso se plantearon arrancar los árboles antes de que acabaran muriendo por falta de agua pero finalmente han salvado la campaña con otras medidas como aclaraciones de frutos más intensas de lo normal. En todo caso, la producción cae un 30% de lo que vendría a ser un año normal. La manzana roja Royal Gala es la primera variedad de manzana que se coge en verano.
No han tenido la misma suerte otros productores de pera o fruta de hueso, que se empiezan a coger antes. Las restricciones de regadío en el canal de Urgell, que comportaron dejar pasar unos 60 días entre el primer riego y el segundo, causaron estragos en estas variedades y algunas explotaciones han llegado a sufrir caídas de producción de hasta el 100%, según Gorgues.
La anticipación en el inicio de la campaña de recogida de esta variedad de manzana roja también se puede reproducir en otras variedades como la manzana Golden, que habitualmente se recoge a partir de la segunda semana de septiembre y este año, a causa del calor, quizás se empieza a recoger a principios de septiembre.
Por otra parte y con respecto a la afectación de la mosca que en zonas del Segrià y el Bajo Segre ha tenido una gran repercusión por la ineficacia de los tratamientos. Gorgues ha apuntado que en el Pla d'Urgell, de momento, las trampas "marcan poca presencia de la mosca". No obstante, ha destacado que hau que estar atentos y tratar más a menudo las explotaciones porque cada vez hay más productos desautorizados y se ven obligados a buscar alternativas para combatir este insecto que acaba pudriendo los frutos.