Cambio de consumo, medio ambiente y precios, retos de la cadena alimentaria

Adaptarse a las demandas constantemente cambiantes de los consumidores, teniendo en cuenta el actual contexto de crisis de precios y de adaptación al cambio climático y a la digitalización. Esos son los principales retos que productores y distribuidores, pusieron de manifiesto ayer en una jornada técnica en la Fira de Sant Miquel.

Las demandas de los consumidores cambian de manera constante y los productores y distribuidores tienen que ser flexibles para ir adaptándose a ella, si puede ser diferenciándose e innovando. Asimismo, deben lidiar con la crisis de precios y las exigencias medioambientales ligadas al cambio climático. Así se puso de manifiesto ayer en la jornada técnica sobre las tendencias de futuro en la producción y el consumo de alimentos, organizada por el Colegio de Ingenieros Agrónomos, el departamento de Acción Climática y Alimentación y la Escola Agrària de Tàrrega.

Ignacio García, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), señaló que “somos una gran potencia agroalimentaria y tenemos que hacerla sostenible, continuar en la vanguardia estando muy atentos a los cambios en las tendencias del consumo. El consumidor en toda Europa cada vez es de mayor edad, tiene necesidades nuevas, está más concentrado en ciudades, interesado por la salud.. Lo tenemos que ver venir para adaptarnos a los cambios”. Remarcó también que la crisis de precios les está causando, por un lado una disminución de los márgenes y, por otro, una reducción en el volumen de ventas, señaló el director de Asedas, y dijo que espera que no acabe en “una contracción del mercado alimentario como ocurrió con la crisis de 2008”. Destacó como otro reto la necesidad de ahondar la economía circular y la sostenibilidad, así como en la digitalización. 

No obstante, reconoció que los consumidores en la alimentación aún prefieren la proximidad al comercio digital, que por su parte también genera sobrecostes económicos y medioambientales. En este sentido, afirmó que a la hora de elegir establecimiento para hacer la compra los consumidores valoran la proximidad, las ofertas, la calidad y variedad de productos, la atención al cliente, el horario y el aparcamiento. Andoni Garcia, miembro de la comisión ejecutiva de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), dijo que un estudio determina que el 72% de los consumidores cambió sus hábitos de consumo en 2022 por la crisis de precios y apuntó que “llevamos muchos años de reconversión con pérdida de productores agrarios porque no percibimos unos precios adecuados”. 

Dijo que el incremento de costes se debe repercutir en el precio de los alimentos y apuntó que “el reparto del valor en la cadena alimentaria sigue sin ser equitativo”. “Queremos producir a precios razonable y cubrir los costes”, indicó. Además, incidió en que se les piden unas medidas medioambientales duras “mientras que se permiten importaciones sin estas exigencias”. Asimismo, alertó de que “ese está especulando cada vez más con la tierra y el agua, y las políticas están impulsando la importación de alimentos que desplazan a la producción local”. “Los agricultores garantizamos alimentación sana para el consumidor, pero son las políticas públicas los que tiene que garantizar el acceso a los alimentos”, subrayó.

Bajan márgenes y ventas en la distribución y los productores quieren precios que cubran costes El gasto medio por compra en supermercados se situó en 33,69 euros en el primer semestre

Los consumidores están adoptando estrategias para reducir su gasto de la compra. Según datos de AECOC Shopperview y Gelt Data Facts, el 73% se fija más en precios y promociones y un 57% cambia de establecimientos en busca de ofertas. El informe refleja también una reducción en el tamaño de las cestas, que en el primer semestre del año en el conjunto del el Estado contaban con 18,4 artículos en cada compra, frente a los 21,8 que se incluían en el mismo periodo de 2022.

El gasto medio por acto de compra en supermercados e hipermercados durante el primer semestre se situó en 33,69 euros. El dato refleja una ligera moderación respecto a los 34,17 euros de inversión por acto de compra registrados entre enero y junio del año pasado.“En el actual contexto de inflación, vemos como los consumidores tienden a comprar cestas más pequeñas como estrategia para controlar y tratar de minimizar su gasto”, explica la gerente de estrategia comercial de AECOC, Rosario Pedrosa. 

El estudio también muestra un ligero descenso en la frecuencia de compra. Actualmente, los consumidores hacen su compra de productos de gran consumo 3,17 veces al mes, frente a las 3,87 del primer semestre de pasado año.Asimismo, el libro del profesor del IESE, José Luis Nueno Todo es terrible, pero yo estoy bien, editado por AECOC y que analiza el comportamiento de 250.000 consumidores, alerta de que “durante la pandemia, la tasa de ahorro subió al 21% y ahora está sobre el 9%”. “Este ahorro embalsado se está agotando y es un problema”, añade, y detalla que la pérdida de poder adquisitivo se nota especialmente en las rentas más bajas, que son las que más recortan sus gastos.