Apuesta por un nuevo modelo de feria para adaptarla a la innovación y ser más referente

El secretario de Agricultura del departamento de Acción Climática, Carmel Mòdol, remarcó ayer en la clausura de la Fira de Sant Miquel la necesidad de “asumir que estamos en un momento de cambio que nos obliga a poner en cuestión todo el sistema productivo, revisarlo y ponerlo al día”, dijo. En este sentido, dio por hecho que en un futuro se tendrá que cosechar y conservar los productos de forma “diferente” a la que estamos acostumbrados, y apuntó que este proceso requerirá una “revolución tecnológica”. Ante este escenario, el secretario de Agricultura dijo que Lleida es el territorio que “especialmente” está llamado al liderazgo de este cambio, y que la Fira de Sant Miquel es el mejor espacarate para mostrarlo. Dijo que el territorio tiene a su alcance inversiones de las administraciones para poner en marcha este proceso. Recordó que 60.000 familias de agricultores deben producir alimentos para ocho millones y medio de catalanes y para los doce millones de turistas que Catalunya recibe cada año y para las exportaciones a otros mercados. Por su parte, el alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, insistió en que la Fira debe replantearse el modelo, aprovechando que Lleida dispone de centros de investigación, una inversión importante de instituciones, una universidad también líder en investigación y una notable red de pequeñas y medianas empresas vinculadas a la agroalimentación, que hace necesario canalizarlo bien”. Afirmó que la próxima edición debe representar una nueva forma de entender el intercambio mercantil que debe servir para posicionar Lleida en el mundo. Añadió que en los próximos días se reunirá con el comité organizador de la Fira para comenzar a trabajar en un nuevo modelo de feria. “Debemos ser capaces de avanzar para ver cómo resituamos esta capitalidad, que no es solo un tema de ciudad, y de encarar el futuro pensando en lo que pide la ciudadanía”. Añadió que esta edición ha ido bien “pero debemos mirar adelante y la 70 debe ser una edición impulsada con una nueva forma de entender el conocimiento de intercambio mercantil y de información y nos tenemos que posicionar en el mundo. Esto significa que debemos trabajar y tomar decisiones y así lo haremos”, dijo. Por su parte, la vicepresidenta de la Diputación, Sandra Castro, destacó el importante papel de Sant Miquel y afirmó que la bioeconomía, la innovación y la tecnología vertebran el futuro del sector primario en Lleida. “Estos serán los parámetros sobre los que se podrá garantizar también el futuro de la feria”. Avanzó que ya se trabaja en la tercera edición del Congreso y la BIT Expo para que Vic y Lleida coordinen mejor los esfuerzos en favor de un sector al alza destinado a crear miles de puestos de trabajo en Lleida”.

Premios a la innovación tecnológica y el libro agrario

La clausura del certamen acogió ayer la entrega de la 26 edición del Premio a la Innovación Tecnológica y Seguridad en el diseño de las máquinas agrícolas, que recayó en la empresa Quods Developments, por un molino móvil. El segundo premio fue para una abonadora para cultivos leñosos de Maquinaria Agrícola Segués, mientras que el tercer premio recayó en una maquina automática para la producción de bio-etanol presentada por el centro Biotecnológico RCTA. Durante el acto ambién se entregó el premio del Llibre Agrari, que fue para Juan Pascual por Razones para ser omnívoro. Mientras que Frutos secos en la Península Ibérica: presente y futuro, ganó el premio del Artículo técnico agrario.