ENTREVISTA AGRO
Luis Cortés: «Alimentarse no puede ser un lujo»
El líder de Unión de Uniones advierte de que el agua es esencial para la producción agroalimentaria y afirma que si no se actúa ya para gestionarla de forma adecuada será la “ruina” para agricultores y consumidores
Este año va a estar marcado por una severa sequía que ha perjudicado en mayor o menor medida a todo el sector agrario. ¿Cree usted que se está haciendo una buena gestión del agua?
Claramente no, y la zona de Lleida es un ejemplo. Hace tiempo que advertimos de que los episodios de temperaturas extremas debido al cambio climático ya no son algo puntual, pero no se hace nada. Las políticas hídricas deberían haberse adaptado ya a la sequía y también haber empezado a invertir en la modernización de las infraestructuras y las zonas de regadío. Creo que se está llegando tarde a tratar el agua como lo que es, un bien escaso, y claramente las confederaciones no están haciendo una buena planificación de su uso. No puede ser que se permita desembalsar agua para la producción eléctrica y luego cortes el riego sin previo aviso.
¿Cuáles son las perspectivas del sector de cara al futuro si no se toman ya las medidas necesarias, teniendo en cuenta que los costes también se han disparado?
El sector agrario se encuentra en un momento crítico. Si no tenemos agua, la producción de alimentos es inviable y esto supone la ruina tanto para el agricultor como para el consumidor. Los precios de los alimentos básicos van a escalar hasta cotas desorbitadas debido a la escasez, en algunos casos, y a los altos precios de producción en otros. Algunos productos, como está pasando con el aceite de oliva, acabarán siendo un lujo, y esto no puede permitirse. Además, esto abre la puerta a la entrada de productos de terceros países a unos precios contra los que los payeses de aquí no podemos competir, porque nuestros costes son más elevados al tener que cumplir unos estándares, por ejemplo en materia de control de plagas, más exhaustivos.
¿Las ayudas para paliar la sequía han sido suficientes?
Totalmente insuficientes. Además han quedado excluidos el olivar y la viña, sectores que ya han avisado que van a sufrir grandes pérdidas.
¿La sequía es la responsable de que los precios de los alimento, como es el caso del aceite de oliva, estén subiendo cada vez más?
La bajada de la producción y el aumento de los costes hacen subir los precios, pero también tiene mucho que ver la especulación. Las comercializadoras compraron el aceite el año pasado al coste que estaba estipulado tras una cosecha buena, pero se aprovechan de la situación actual del mercado para subir los precios, no porque hayan pagado más cara la materia prima, sino porque la perspectiva del mercado dice que va a haber escasez del producto esta campaña. El agricultor de esa subida no recibe ni un euro, claro.
¿Pero hay leyes para regular situaciones de este tipo?
Sí, pero no hay nadie que vigile que se estén aplicando. Por ejemplo, nos vendieron la Ley de la Cadena Agroalimentaria como una fórmula para acabar con los desequilibrios en el sector, pero es que ni siquiera está en vigor, porque todavía no se ha definido como se debe calcular el precio de producción de cada producto.
Por último, ¿Qué opina de la reforma de la PAC?
La finalidad de producir manteniendo el medioambiente es buena, pero su desarrollo es nefasto y va a hacer que los agricultores pierdan millones en ayudas por culpa de los eco regímenes. No se puede hacer leyes desde los despachos sin contar con el campo.