CEREAL SEGUROS
La FCAC alerta que el seguro de cereales puede dispararse un 60%
Unido a las bajas cotizaciones, puede ser una “tormenta” perfecta para el productor
Imagen de un agricultor preparando el terreno para sembrar cereal de invierno. - FIRMAANNA BERGA/ACN
La Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC)alertó ayer que la propuesta del Plan de Seguros Agrarios de revisar los coeficientes de los seguros puede alcanzar aumentos de “más del 60%”. Para los agricultores es “insostenible afrontar este incremento repentino” en un contexto de caída de la producción, incremento de costes y disminución del precio del producto, explicó el responsable de seguros de la FCAC, Josep Lluís Escuer, que alertó que esto “incentivaría la no contratación por parte del agricultor” o abocaría a dejar de sembrar.
Escuer dijo que de este modo, una explotación de unas 100 hectáreas que pagaba anualmente 5.000 euros al año en seguros agrarrios legará a pagar ahora unos 8.000 con esta nueva propuesta de Agroseguro.El responsable de la FCAC explicó que el sector lleva dos años con baja producción por diferentes motivos climáticos, aunque si bien el año pasado se sobrellevó por las buenas cotizaciones provocadas por la guerra en Ucrania. Sin embargo, se lamentó que ahora hay mucha más oferta en el mercado, con lo que los precios han bajado, perjudicando a los cerealistas con baja cosecha, con lo que se estaría creando una “tormenta perfecta” en su contra.
La cosecha de cereal de invierno ha caído un 67% en los últimos 2 años en Catalunya. El descenso del 38% de este año, respecto a 2022, se ha sumado al descenso del 46% de la campaña pasada hacia 2021.Escuer argumentó que “ante siniestros que son excepcionales, como la sequía de este año, habría que hacerle frente de manera extraordinaria, como por ejemplo que se cubrieran a través del Consorcio de Seguros”.
Asimismo, se quejó que la propuesta del Plan de Seguros Agrarios de revisar los coeficientes de la tasa de adversidades climáticas para los cultivos herbáceos de secano incentivaría la no contratación por parte del agricultor, que no puede hacer frente al encarecimiento de la prima. Además, ha descendido el precio máximo asegurable y esto hace que se reduzca el capital asegurado, según la FCAC.
