La carne de pollo triplicará su precio con la normativa de bienestar animal, según COAG

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) advirtió ayer que la revisión de la normativa de bienestar animal propuesta por la Comisión Europea supondría un coste adicional para los ganaderos que encarecerá el precio al consumidor de sus productos, como la carne de pollo, que costaría tres veces más.

Entre las principales recomendaciones presentadas por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), está la propuesta de reducir la densidad de población de pollos de engorde convencionales a un máximo de 11 kg/m². Si se aplica esto significaría que la UE solicitará a los productores avícolas convencionales que realicen importantes inversiones en las granjas, mientras que el número de aves en las granjas tendría que reducirse en un 72%. El impacto económico de recuperar esas plazas perdidas de pollos sería aproximadamente de un millón de euros de inversión, según COAG.El impacto económico sería de una bajada de una tercera parte de los ingresos para el granjero. Se entiende que esa bajada de producción repercutirá en un aumento de precio desorbitado para perjuicio del consumidor. Según calculos de COAG, en estos momentos, en los lineales el precio es de 3,25 euros/kg el pollo entero, se estima que podría llegar a los 9,75 euros/kg, casi al mismo precio que el pollo campero.En el dictamen de la EFSA se hacen recomendaciones similares para las gallinas ponedoras. En este caso, como avanzó SEGRE, la implementación de las mismas requerirá altas inversiones por parte de los ganaderos, sin tener en cuenta los préstamos tomados para cumplir con las reglas establecidas antes de 2012 y aún no pagados en su totalidad. COAG estima que un ejemplo de la inversión necesaria para una reconversión que cumpla todas las exigencias y normativas para una granja de 8.000 ponedoras rondaría los 141.426 euros.En el caso del porcino, si se quiere mantener el censo en una granja tipo de 1.200 cerdas, las salas de parto de 16 cerdas deben transformarse a 12 cerdas como máximo y el coste total con las remodelaciones de la granja alcanzaría los 523.332 euros. La otra opción sería reducir el censo, que también llevaría una inversión de 324.932 euros. Según COAG, las dos opciones obligan a conseguir los permisos y licencias necesarios, “hecho que cada es más complicado y costoso a corto plazo”.

Alertan que la norma haría cerrar al 95% de las granjas cunícolas

COAG cree que la adaptación a la nueva normativa podría abocar prácticamente al cierre al 95% de las granjas cunícolas. La organización cree además que la posible prohibición de las jaulas es sólo una parte limitada de una ecuación mucho mayor y que todavía no se conoce el alcance exacto determinado por la Comisión para esta prohibición. Además, asegura que hay que tener en cuenta que el impacto que las nuevas legislaciones puedan tener en los sectores ganaderos no se limitará únicamente a la actividad económica, sino que también tendrá importantes repercusiones en las empresas locales. “Para garantizar la supervivencia del sector, deben tenerse en cuenta los tres pilares de la agricultura sostenible –medioambiental, social y económico– para evitar que la producción desaparezca o se traslade a terceros países con normas menos exigentes”, según José Luis Santaclara, responsable del sector cunícola de COAG.