REGADÍO BALANCE
El Segarra-Garrigues ha perdido la producción en 4.710 ha de cereal
Finaliza su peor campaña por la sequía, aunque salva la producción en 7.890 ha de fruta
Prevé incorporar 1.400 nuevas hectáreas al regadío la próxima temporada
La comunidad de regantes del Segarra-Garrigues dio por finalizada ayer la peor campaña de riego desde que se estrenó, en 2009, a causa de la sequía, que ha implicado dejar sin regar el cereal para priorizar la supervivencia de los frutales, y ha perdido la cosecha en 4.710 hectáreas de cereal y maíz. En cambio, ha salvado buena parte de la producción en 2.100 hectáreas de fruta dulce; 2.210 hectáreas de almendros; 2.640 hectáreas de olivos; 950 de viñedos; 180 de pistacheros y 570 de otros cultivos. La junta de gobierno del canal advirtió el lunes a los regantes, de cara a próximas siembras, que si no llueve la próxima campaña abrirá de nuevo con restricciones. El pasado 25 de abril el Segarra-Garrigues y el Urgell dejaron de recibir agua de los pantanos de Oliana y Rialb por las escasas reservas. El presidente de los regantes, Josep Maria Jové, avanzó ayer que reclamarán a la Confederación Hidrográfica del Ebro que defina qué porcentaje de reservas les corresponde para la próxima campaña. Señaló que los cerealistas no han recibido todavía las ayudas anunciadas por la Generalitat y que las compensaciones por las pérdidas en olivos y almendros están todavía por definir.
El Segarra-Garrigues riega actualmente 12.600 hectáreas de cultivos (la previsión es alcanzar las 68.000, aunque todavía no hay fecha, tras varios retrasos en las incorporaciones), si bien la superficie adherida al regadío alcanza las 18.000 hectáreas. El próximo año prevé sumar otras 1.400 hectáreas en Arbeca, Aitona, Les Borges Blanques, Castelldans, El Cogul, El Soleràs, Els Omellons, Espluga Calba, Granyena, La Floresta, l’Albagès, Llardecans, Maldà, Sarroca de Lleida, Seròs, Torres de Segre y Vinaixa.
“A pesar de la sequía, el balance de la campaña es positivo”
Los regantes concluyen que la campaña no ha sido tan negativa como esperaban cuando cerró el grifo de Rialb. Ramon Boleda, agricultor de Verdú, señala que pese a todo “no nos podemos quejar”. Afirma que la comunidad de regantes hizo una “buena gestión” aunque critica que el agua ahorrada en primavera se perdió. Justo Minguella, vicepresidente del Canalet, coincidió en avalar la gestión de la comunidad de regantes y dijo que “el agua se ha repartido más o menos bien, tampoco se podía hacer más”. Añadió que cuando cerraron el riego les anunciaron que tendrían que pasar con 600 m3/ha enlos meses de abril y octubre y finalmente han sido 2.600.