Agricultores dejan de sembrar entre un 50% y un 70% de cereal de invierno por la sequía

Tras vivir la peor campaña de los últimos 20 años a causa de la sequía, el sector del cereal de invierno empieza una nueva temporada que se prevé "muy dura" si no llegan precipitaciones. A falta de lluvias, los agricultores del llano de Urgell dejarán de sembrar entre el 50% y el 70% de hectáreas porque el terreno no reúne las condiciones óptimas a fin de que la semilla germine. Aunque la mayoría de los agricultores prefieren esperar con la mirada puesta en el cielo, la otra opción sobre la mesa es cambiar el cultivo de trigo por el de cebada. Sí que se ha sembrado, sin embargo, más del 90% de hectáreas destinadas al trigo en zonas de secano. Asimismo, la sequía se suma a los estragos de la fauna salvaje, como los conejos, que se comen el grano que ya está enterrado.

A mediados del mes de noviembre de un año sin sequía los agricultores de la zona de regadío ya habrían plantado trigo en el 80% o el 90% de las hectáreas destinadas a este producto. Hoy día, sin embargo, los productores han sembrado entre un 30% y 40% de los terrenos por la falta de agua. Aunque la mayor parte del sector queda a la espera de precipitaciones para garantizar el agua a sus cultivos de trigo, hacer un cambio y apostar por plantar cebada a partir del mes de diciembre también es una de las alternativas de los productores.

Aquellos que sí que han sembrado lo han hecho "por inercia" y no en la totalidad del terreno, según apunta el responsable de cultivos de herbáceos y forrajes de la FCAC, Santi Vergé, quien añade que lo han hecho aplicando fertilización orgánica en vez de la fertilización mineral. Asimismo, Vergé ha explicado que plantar cereal de invierno sirve para muchos agriculores de "comodín" para asegurarse al menos una cosecha ante la previsión que de cara el verano no dispongan de agua suficiente para regar.

Con respecto a las zonas de secano, la época de siembra empieza el 12 de octubre con la llegada de las lluvias de otoño. Este año, los agricultores han aprovechado la humedad de algunos chaparrones para sembrar el 90% de las hectáreas de trigo y algunas de cebada. Aunque en algunas zonas el nacimiento "es bueno", según Vergé, a los secanos más áridos como el Baix Segre, la semilla "está sufriendo".

"La plaga de conejos persiste"

La falta de agua provoca una falta de alimento para los conejos, los cuales salen a buscarlo sobre el poco terreno que ha sembrado. "Se comen el grano que está enterrado a tierra", dice Vergé, convencido de que la plaga de conejos persiste. Ante este escenario y después de que se hayan elevado las indemnizaciones por fauna salvaje, Agroseguro ha aumentado el precio de las primas. Un hecho que Vergés lamenta, ya que considera que "una subida razonable sería de hasta el 10% y no de entre el 60% y el 70%". "Malas producciones, precios bajos y problemas con la fauna salvaje. Cuando el agricultor depende de muchos factores que no puede asumir, se dejará de cultivar en el territorio", concluye Vergé.