GANADERÍA MERCADOS
El porcino cierra un año de precios históricos y prevé la normalización del mercado en 2024
Los analistas de Mercolleida ganadores de PronosPorc auguran una rebaja de cotizaciones y también de costes que den estabilidad a la cadena
El ejercicio a punto de cerrar, dispar para productor e industria
El sector porcino está a punto de cerrar un año de precios récord en el mercado en origen tanto para el cerdo de cebo, como el lechón y la cerda. Un ejercicio que dará paso a un 2024 en cotas más normalizadas, lo que supone rebajas de cotizaciones pero también de los costes de producción. Así lo explicaron ayer los galardonados por Mercolleida como mejores analistas de porcino en los premios PronosPorc 2023: Juan Pedro Florido (ElPozo Alimentación), Josep Maria Cortasa (Ramaderia Cortasa) y Pere Riera (Costa Food Meet). Este año la tablilla de Mercolleida ha llegado a marcar los 2,025 euros el kilo de cerdo vivo, aunque cerrará el año en un promedio de 1,87 euros. El lechón de 18 kilos ha cotizado de media a 74 euros para animales de 18 kilos y la cerda, que llegó a 1,41 euros el kilo, hoy lo hace a 0,84. Los altos precios han sido una gran noticia para los productores, mientras que solo las industrias con buenas estructuras de comercialización conseguirán cerrar sin pérdidas y eso gracias a las tendencia a la baja de las cotizaciones en los últimos cuatro meses. Los altos precios se relacionan con una bajada de la producción debido, entre otras circunstancias, a problemas con el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS). En lechones, en las últimas semanas está afectando de forma especial el destino de animales para tostones, por la fuerte demanda navideña. Pero lo cierto es que España es deficitaria y ha importado este año del orden de 2 millones de lechones, en especial de Holanda, pero también de Dinamarca, Bélgica y Portugal. De cara a 2024, los analistas ganadores de PronosPorc 2023 auguran rebajas de precios en la línea de unos costes también descendentes. Pero alertan de los efectos de normativas que prepara la Comisión Europea, como las restricciones en el transporte de animales, ya presentada, o las reducciones de densidades en granjas. El sector se adaptará, advierten, pero supone un sobrecoste que deberá afrontar el consumidor. Por una parte, repercutirá en la inflación. Por otra, mermará competitividad en las exportaciones, alertan, especialmente peligroso para un sector que está obligado a vender en el exterior la mitad de lo que produce. Su otro gran problema es la sequía, y admite “pánico” a sus consecuencias en todo el sector agrario.