AGRICULTURA PROTESTAS
Agricultores y ganaderos leridanos preparan movilizaciones “hartos” de la crisis del sector
Más de 70 personas participaron ayer en una asamblea en Fondarella y se citan para una segunda mañana
Dicen “basta” a la falta de control en las importaciones, el alza de costes y los bajos precios
El sector agrario leridano ha dicho “basta” y ya están preparando movilizaciones para las próximas semanas en las que no se descarta que haya cortes en las principales carreteras de Ponent. Más de 70 personas participaron ayer en una reunión en Fondarella para poner en común las diferentes posturas y empezar a organizar acciones de protesta. Una iniciativa que ha surgido desde los propios agricultores y ganaderos que hace solo unos días crearon un grupo por redes sociales y que ya congrega a más de mil personas, según fuentes próximas.
Uno de los participantes ayer en la reunión señaló que están decididos a convocar movilizaciones para mostrar el malestar del sector y apuntan a varios motivos: desde la falta de control a la importación de terceros países, la subida de los costes de producción, la caída de los precios, la exigencia a cumplir con las normativas ambientales sin ningún tipo de ayuda y al aumento del precio del gasoil por el fin de la bonificación. Asimismo, señalan a la elevada burocracia y al contexto de sequía que, dicen, “ponen al sector un poco al límite”. Desde los sindicatos también señalaron el coste que supone el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SIM) sin ningún tipo de ayudas.
Desde Asaja, Pere Roqué, señaló ayer que entre las acciones que se preparan, previsiblemente para el 5 o 6 de febrero, se encuentran cortes de carretera mientras que Jordi Armengol, de Unió de Pagesos, remarcó que todavía deben concretar qué protestas se llevarán a cabo, y en qué fecha, sin descartar los cortes. Ambos sindicatos remarcaron la elevada burocracia que deben soportar los agricultores y ganaderos, además de reivindicar la necesidad de imponer controles a los productos importados. “A nosotros se nos exige cumplir con una normativa pero a otros países, no, y esto es un agravio comparativo”, recordaron. El sector se ha convocado para participar en una segunda asamblea mañana en los bajos del ayuntamiento de Fondarella a las 20.00 horas. Asimismo, están a la espera de qué se acuerda en otras provincias como Girona y Tarragona y recuerdan que es un malestar general del sector a nivel europeo.
Payeses galos llaman a bloquear hoy París
La Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSEA) y la asociación Jóvenes Agricultores de la Gran Cuenca de París anunciaron ayer el bloqueo de los accesos a París “por tiempo indefinido” a partir de las 14.00 horas de hoy lunes. Agricultores de 19 departamentos se posicionarán en siete puntos de bloqueo en torno a la capital, en las carreteras que dan acceso a París. El diario Le Parisien menciona concretamente las carreteras A1, A4, A5, A6, A12, A13 y A15 y se especula con la movilización de unos 500 tractores.
El presidente de FDSEA Oise, Régis Desrumaux, reconoció que “vamos a tomar como rehenes a las familias”. “Vamos a impedir que la gente vaya a trabajar. Vamos a impedir que se hagan citas. Es triste, todos tenemos familias, me duele en el corazón, pero lamentablemente tenemos que hacerlo”, señaló. Entretanto, el primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció que están estudiando “medidas adicionales” a nivel nacional y europeo en respuesta a la demanda de los agricultores contra la “competencia desleal” de otros países, citando expresamente a España e Italia. El viernes ya se anunciaron una serie de medidas en apoyo al sector. “Sé muy bien que todavía no hemos respondido a la inquietud y al malestar de nuestros agricultores. Estoy decidido a avanzar rápidamente. Siempre que podamos tomar decisiones inmediatamente, las tomaremos. Tendremos que tomar otras decisiones con ellos en las próximas semanas”, apuntó Attal. El primer ministro dio la razón a la queja de uno de los agricultores, quien aseguró que “es muy hipócrita” importar verduras y frutas de países como España que “están fastidiando todo su ecosistema”.