Identifican 29 variedades locales de olivo en el Pallars Jussà, algunas en peligro de extinción
Se hará una plantación experimental para preservar el futuro y hacer un seguimiento
El inventario de variedades locales de olivo que ha hecho el Ayuntamiento de Tremp, a través del programa 'Al teu gust', en colaboración con la Asociación de Productores de aceite del Pallars, ha documentado 29 variedades diferentes, algunas de ellas en peligro de extinción al sólo haber podido documentar un ejemplar. Ahora, con la voluntad que no acaben desapareciendo se hará una segunda finca experimental con las 15 variedades que se han documentado en esta segunda fase. En la primera se documentaron 14 y ya se hizo una finca experimental cerca de la Pobla de Segur. Paralelamente, se ha hecho un estudio que ha concluido que los aceites del Pallars son muy ricos en polifenoles y ácido oleico y tienen una gran personalidad dada por la zona donde se encuentran.
Oriol Sullà, presidente de la Asociación de productores de aceite del Pallars, ha explicado que ahora habrá que seguir estudiando para determinar cuáles de estas 29 variedades son las mejores con respecto a la calidad del aceite y cuáles son más productivas. Sullà se ha mostrado orgulloso de ser una de las pocas zonas de Europa con tantas variedades autóctonas. Sullà ha explicado que la primera finca experimental de variedades locales de olivo se encuentra cerca de la Pobla de Segur y que la segunda, a falta de determinar la ubicación exacta, se situará seguramente en la zona del valle de Barcedana. El objetivo de estas plantaciones es hacer un seguimiento de las variedades y preservar la riqueza de los olivos del Pallars Jussà.
Job Roig, técnico encargado del estudio, ha hablado de esta riqueza y ha citado la variedad 'cola de cereza' que es la que más se ha conservado y hay más superficie plantada. Roig ha detallado otras variedades "más raras" catalogadas como "reliquias" como son la 'colomar' o la 'morcaire'.
Roig ha sido el encargado de esta prospección y visitas al campo para localizar y documentar todas las variedades posibles. Con esta tarea se ha conseguido disponer de un mapa de donde se encuentran estas variedades. El IRTA ha sido el ente encargado de la caracterización de estas variedades y de determinar las potencialidades de los aceites resultantes. Roig ha dicho que lo que ahora se tiene que hacer es que los agricultores vuelvan a valorar estas variedades y las planten y hacer que los consumidores aprecien los aceites gastronómicamente.
La voluntad de los productores es evidente y la tendencia buena según las cifras; el 52% de las nuevas fincas implantadas de cultivo de olivo en el Pallars Jussà, los últimos diez años, se hizo con variedades local. Estas plantaciones se encuentran en una altura mínima de 424 metros y máxima de 935, aspecto que da mucha personalidad a los aceites resultantes. La Asociación de productores de aceite del Pallars cuenta con unos ochenta socios entre productores profesionales y otros para el autoconsumo. El objetivo de la entidad es la unión para potenciar el aceite de la comarca.