El Pirineo, objetivo de los tractores

Los payeses de Lleida tiene claro que sus movilizaciones no acabarán hasta conseguir respuestas por parte de las Administraciones ante la grave crisis que atraviesan, con una burocracia que les ahoga, unos costes disparados y unos precios insuficientes, por citar solo algunos de sus graves problemas. Ayer, como ocurrió el fin de semana pasado, trasladaron sus movilizaciones con diferentes columnas de tractores a las vías de acceso al Pirineo, con marchas lentas que convirtieron las carreteras para llegar a las poblaciones turísticas de las comarcas de montaña, la Val d’Aran y Andorra en una ratonera, con colas kilométricas de turismos. La plataforma Pagesos o conills junto a la Plataforma 6F sacaron sus tractores por a C-14, desde La Portella (Ciutadilla) a Tàrrega, para continuar por la L-310 hasta Guissona y proseguir por la L-303 hasta Agramunt y volver a coger la C-14 para regresar a la capital del Urgell. La protesta, que comenzó a las 15 horas, acabó a las 20 tras reunir un centenar de tractores. La C-14, pero en su tramo pirenaico en Basella, también fue escenario de otra marcha lenta y en la C-13 los problemas se centraron entre Castell de Mur y Salàs de Pallars. En la N-230 la marcha lenta colapsó El Pont de Suert, mientras que viajar entre Gerri de la Sal y Sort por la N-260 supuso horas de paciencia al volante para los conductores. En la Cerdanya, una cincuentena de tractores provocaron el cierre intermitente del Túnel del Cadí.

Las protestas tuvieron lugar unas horas después de la reunión de la Mesa Agraria, que sentó a la mesa de la conselleria de Acción Climática a sindicatos y Federació de Cooperatives. El departamento anunció un paquete de ayudas de 7 millones de euros para mitigar los efectos de la sequía en el sector del olivo, con una ayuda de 170 euros por hectárea de secano en toda Catalunya.