Sabor agridulce entre los payeses, que no descartan nuevas protestas

La batería de resoluciones aprobada ayer en el Parlament no acaba de satisfacer a los agricultores y ganaderos, que consideran que han quedado en el tintero muchas de sus peticiones y que piden pasar de una vez de las palabras a la acción. Es por este motivo que no descartan volver a salir a las calles para exigir que las medidas acordadas se hagan efectivas. Unió de Pagesos, que avisó que mantendrá las movilizaciones iniciadas el pasado febrero, con acciones puntuales la semana que viene en distintos puntos de Catalunya y con una nueva protesta el 17 de marzo en Madrid, afeó que en el monográfico sobre el campo nadie aceptara defender algunas de sus principales reivindicaciones en tema de precios, zonas con limitaciones agroambientales o la lucha contra la competencia desleal. 

Su coordinador general, Joan Caball, que estuvo presente en la votación celebrada en la Cámara, apuntó que las protestas que se harán en Catalunya serán sorpresa y que el objetivo principal serán será el sector de la distribución alimentaria. En este sentido, lamentó que se descartara pedir la creación de una empresa pública que se encargase de adquirir la producción agraria a los payeses. 

La plataforma Revolta Pagesa, que ya el martes mostró su decepción con este pleno monográfico, debido a la escasa voz que se les dio a agricultores y ganaderos, que solo pudieron intervenir durante cuatro minutos en el pleno, tampoco descarta nuevas movilizaciones. Uno de sus portavoces, Albert Fontanet, afirmó ayer que aunque “parece que se está avanzando” en la buena dirección será necesario ver en que quedan todas estas “promesas”. Precisamente, la plataforma estudiará constituirse como entidad en una reunión mañana, en la que participarán una cuarentena de representantes de las asambleas repartidas por el territorio catalán. El encuentro se celebrará en el área de la Catalunya Central y durará todo el día. Allí también abordarán la posibilidad de impulsar “otras acciones sociales” complementarias a los cortes de carreteras para exigir medidas que aseguren la viabilidad del sector.

Más restricciones por sequía en el Alt Empordà

La Generalitat informó ayer de que 12 municipios del Alt Empordà, que dependen del embalse Darnius Boadella, al 11% de capacidad, pasarán a fase 2 del estado de emergencia por sequía, y tendrán una limitación de consumo de agua de 180 litros por persona y día. En cambio, en seis pueblos del Solsonès y otras zonas agrícolas se flexibilizaron las restricciones en granja y cultivos (más información en la página 28).