SEGRE

La marcha de los fondos de inversión de las macroplantaciones de almendros baja el precio de la tierra

La entrada de los fondos de inversión en el sector de la almendra ha sido uno de los factores que en los últimos años han presionado al alza sobre los precios de la tierra

El preu del sòl de regadiu tendeix a l’alça en funció de la garantia de subministrament d’aigua de les finques.

El preu del sòl de regadiu tendeix a l’alça en funció de la garantia de subministrament d’aigua de les finques. - AMADO FORROLLA

Lleida

Creado:

Actualizado:

La entrada de los fondos de inversión en el sector de la almendra ha sido uno de los factores que en los últimos años han presionado al alza sobre los precios de la tierra, especialmente la de regadío, aunque este vector ha empezado a relajarse por varios motivos.

“Hay una escasez de producto prémium, como son por ejemplo terrenos en perímetro de regadío”, dijo al foro de Almendrave Héctor Rodríguez Marrero, director de Negocio Agrario (Agribusiness) en España de CBRE, la empresa inmobiliaria mayor del planeta.

Rodríguez llamó la atención sobre la existencia de “más vendedores, una cosa que viene motivada por los altos precios de la tierra”, sin embargo, al mismo tiempo, se da “un perfil más local de los compradores, un hecho que viene impulsado por una máxima dificultad en el levantamiento de capital por parte de fondos internacionales a causa de la subida de los tipos de interés”.

Esta máxima oferta y menor demanda tendría que ajustar las cotizaciones a la baja, aunque esta regla no siempre se cumple en el sector inmobiliario.

El agua dispara el precio del suelo con cotizaciones de más de 30.000 € por hectárea, y superan los 50.000 euros cuando disponen de balsas para el riego

“El acceso al agua y la garantía del suministro se han convertido en factores clave para la inversión en agricultura, especialmente en Cataluña, por la sequía,” explica Regino Coca, responsable de Cocampo, la principal inmobiliaria del Estado especializada en suelo rústico, que llama la atención sobre un aspecto esencial: “No son dos factores sino uno. El inversor sólo valora la combinación de los dos.”

Esta tendencia está teniendo reflejos tanto en el volumen de transacciones que se dan a Lleida, que supera las 33.000 en una década y alcanza registros que no se daban desde la fase punto de la burbuja inmobiliaria, como en las valoraciones que se apañan, estabilizadas por encima de los 20.000 euros por hectárea, con tendencia a los 30.000 y que ya llegan a superar los 50.000 cuando la finca dispone de una balsa que garantice el suministro.

La Estadística de Transmisiones de Propiedad del INE (Instituto Nacional de Estadística), cifra en un total de 32.844, con un pico de 3.774 el año posterior a la pandemia y un valle de 2.892 en el 2023, el número de fincas rústicas que cambiaron de mano a Lleida entre los años 2014 y 2023.

Para encontrar ejercicios con volúmenes similares de operaciones inmobiliarias hay que remontarse a los dos últimos años de la inflación de la burbuja inmobiliaria que explotó hace tres lustros, en el 2007 y en el 2008, con 3.826 y 2.941.

Se rompe la burbuja de las macroplantaciones

Les macroplantaciones de almendros en las comarcas de Lleida, en manos de fondo de inversión, caen año tras año. Tocaron techo en el año 2022 cuando la almendra marcona llegó a un precio por encima de los siete euros el kilo, la llargueta estaba en más de cinco y la comuna estaba en torno a los cuatro euros. Después de esta subida vino la bajada, que situaba los precios por debajo de los cinco, los cuatro y los tres, respectivamente.

“Los fondos de inversión van a buscar beneficios rápidos, a buscar rentabilidades inmediatas, y si no las consiguen, se van”, explica Bernardo Funes, responsable del sector de Fruta Seca de la organización agraria COAG. Señala que “las expectativas sobre los precios eran muy altas, pero no se han cumplido y hoy, cuando han quedado a cuenta de las cotizaciones internacionales, se quedan por debajo de los costes de producción para la de regadío. Hoy las macroplantaciones, con las elevadas inversiones que requieren, hace que ya no sean rentables”, señala Funes.

El desembarque de los inversores en la almendra empezó los años 2017 y en el 2018, cuando la cotización de variedades como la llargueta y la marcona rondaban los cinco euros por kilo y la de la comuna no solía bajar de los cuatro.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking