LA SELVA DEL CAMP
Las cooperativas cerraron con nota el 2022, pero la sequía les pasó factura el año pasado
Las ventas rozaron los 2.277 millones hace dos ejercicios, con un repunte del 16%
Aunque los márgenes de las empresas sufrieron por el incremento de costes, como los de la electricidad y los carburantes
Las cooperativas agrarias catalanas cerraron 2022 con un incremento de facturación global del 16%, pero los resultados del pasado año se verán mermados por la sequía, a pesar de los incrementos de precios registrados en el mercado. Así quedó de manifiesto ayer en la asamblea general de la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) celebrada en La Selva del Camp, en la que analizaron resultados cerrados del ejercicio 2022. La facturación aumentó hasta los 2.276,8 millones de euro. El presidente de la FCAC, Ramon Sarroca, puntualizó que el margen de beneficios fue menor por el incremento de los costes como la luz o los carburanters y teme que acciones como el cierre del canal d’Urgell o las restricciones de agua tengan un impacto negativo en la campaña del pasado año. En este contexto, reiteró la voluntad del sector agroalimentario de estar presente en las mesas de trabajo sobre la gestión del agua.
La facturación en 2022 creció en 323,4 millones, y la media por cooperativa alcanzó los 12 millones, mientras que el promedio por socio productor fue de 73.621 euros (+17,2%) y por trabajador se situó en 513.000 euros (+15,4%). El aumento de la facturación es generalizado en todas las demarcaciones, aunque las empresas de Lleida son las que más aportan al conjunto –un 53,5% del total de Catalunya– y también son las que más han incrementado el volumen de facturación (19,5%) alcanzando los 1.217,5 millones. El ejercicio estuvo muy influenciado, a nivel de precios, por el impacto de la guerra en Ucrania ya que implicó una tensión en los mercados de materias primas y en el coste de la energía que se tradujeron en incrementos generalizados . Sin embargo, en algunos sectores el aumento de precios no está justificado por este conflicto sino por coyunturas concretas, como la disminución severa de la oferta global.Las 193 empresas cooperativas aglutinan a 32.115 socios productores y tienen presencia en todo el territorio. El mayor número se concentra en las comarcas de Lleida (63 cooperativas) y Tarragona (60). En las Terres de l’Ebre hay 31; en Barcelona, 23 y en Girona, 16. Las comarcas donde hay más cooperativas son Segrià (24), Baix Camp (18) y Les Garrigues (18), Alt Camp (12) y Priorat (10). Las mayores empresas cooperativas se localizan, por su parte, en el Bages y facturan 71,4 millones, seguidas de la Noguera (52,1) y el Pla d’Urgell (36,8).
Cereal y forraje, los más afectados por el déficit de agua disponible
El presidente de la FCAC, Ramon Sarroca, dijo que las cifras de 2023 “no serán tan buenas” por la caída de producción en cultivos afectados por la carencia de lluvias o restricciones de riego. La FCAC está preocupada de cara al futuro y Sarroca insistió en la voluntad del sector agroalimentario de estar presentes en las mesas de trabajo para gestionar los recursos hídricos. Entre los cultivos más afectados, destacó los cereales de invierno de secano o el maíz y los forrajes, sin los riegos necesarios. También alertó de la bajada de la facturación del sector del aceite, por la caída de la producción, pese al alza de los precios.La asamblea ratificó ayer a los miembros del consejo rector, salvó las ramas de cultivos herbáceos y forrajes, que pasará a estar representado por Antonio Llaràs, de la Cooperativa Foment Agrícola les Planes; y el grupo de Formación, con Acoraida Arasa, de la Cooperativa Agrícola de la Sénia.