INVESTIGACIÓN CAMBIO CLIMÁTICO
La UdL estudia cómo evitar la deshidratación y el estrés por calor a temporeros de la fruta
Monitorizan niveles de hidratación durante la campaña con dispositivos digitales que miden el sudor en tiempo real
Recogen datos para poder ofrecer recomendaciones en episodios de altas temperaturas
Coincidiendo con el inicio de la campaña de recolección de la pera limonera, un equipo interdisciplinar de la UdL estudia el estrés por calor y la deshidratación de una decena de temporeros agrícolas que trabajan en las fincas Roca d’en Bou de Térmens. Los participantes del estudio son equipados con dispositivos tecnológicos que permiten monitorizar en tiempo real su estado de hidratación. Estos brazaletes detectan la pérdida de líquidos y electrolitos a través del sudor, proporcionando datos valiosos para diseñar intervenciones futuras y pautas de hidratación personalizadas.
Las pruebas forman parte del proyecto Hidroponent, una investigación para mitigar los efectos del cambio climático, que llevan a cabo investigadores de los departamentos de Enfermería y Fisioterapia, Ingeniería Informática y Diseño Digital, Ciencias de la Educación y Filología y Comunicación de la UdL. Durante quince días se recogen distintos parámetros biomédicos, como el peso, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial de los temporeros, antes y después de la jornada laboral, así como la temperatura y la humedad ambiental. Estos controles se llevan a cabo sin interrumpir ni alterar sus condiciones de trabajo para no interferir en los resultados finales, aseguró Judith Roca, una de las investigadoras. El objetivo principal de esta fase del estudio es determinar y evaluar los parámetros fisiológicos y ambientales que inciden en la hidratación de los trabajadores de la fruta durante las oleadas de calor e identificar los factores de riesgo para la salud asociados a las altas temperaturas. Los resultados obtenidos en esta campaña permitirán crear recomendaciones e intervenciones contra la deshidratación adaptadas a las oleadas de calor, que se podrán extrapolar en otras condiciones laborales de máximo calor al aire libre. Se compartirán con administraciones y entidades agrícolas para que se puedan implementar en la próxima campaña de la fruta. “Se determinarán pautas para beber más o incluso tomar bebidas más energéticas”, dijo Roca. Por su parte, Jaume Gardeñes, propietario de la finca donde se está haciendo el estudio y responsable de Fruta dulce del sindicato Unió de Pagesos, ha explicado que si el sector no se puede adaptar al calor, más intenso cada año, se deberán adaptar los horarios de recolección, además de hidratarse bien.
Investigación entre los mayores y los niños
La investigación se centra en personas mayores usuarias de residencias en Lleida, temporeros de la fruta y alumnado de educación Infantil y Primaria. El proyecto ya se prueba en la residencia pública Balafia II de Lleida y después se pondrá en marcha en la escuela de Alcoletge.