LLEIDA/MADRID
El sector de la fruta de Lleida urge a Moncloa iguales armas que la competencia
Reclama autorizaciones especiales para utilizar ciertos productos en los cultivos, como tienen Francia, Italia o Portugal. Para no enfrentarse a competición desleal
El sector de la fruta de Lleida reclama al ministerio de Agricultura poder contar con las mismas armas que la competencia a la hora de producir y no tener que enfrentarse a una competición desleal con otros países, como pueden ser Francia, Italia o Portugal. Así lo explicaron ayer el director de la patronal frutícola catalana Afrucat, Manel Simon, y el líder de Asaja en Lleida, Pere Roqué, tras una reunión del sector de todo el Estado con el ministerio de Agricultura para analizar la marcha de la campaña. Advirtieron que la Unión Europea está vetando materias activas de lucha contra plagas sin que existan alternativas. Una política que puede hacer inviables cultivos, afirmó Simon, mientras que se podría dar la paradoja que se llegara a importar fruta de países que sí las usan en sus campos.
Puso sobre la mesa un caso concreto, el del 1-MCP, una molécula que se utiliza como regulador del crecimiento o maduración para poder hacerlo más lento. Ya está aprobado para su utilización en las cámaras de conservación en frío. Simon indicó que, además, se ha probado con éxito en campos de frutales, en concreto en manzanos. Permite ampliar el período de recolección de una finca, sin la urgencia de necesitar concentrar el trabajo de los temporeros en unas pocas fechas. “Si tienes que recoger en dos semanas para evitar la maduración excesiva, podrías hacerlo en un mes. Es muy importante en momentos en los que tenemos problemas para encontrar trabajadores”, añadió. Afirmó que es un producto inocuo y que las autoridades en Francia, Italia y Portugal han dado autorizaciones excepcionales para su utilización. Sin embargo, el ministerio español lo ha denegado. Por ello, Simon y Roqué se quejan de que el sector local se enfrenta a una competencia desleal, porque en otros países europeos pueden afrontar la recolección con menores costes.
Aumentan las ventas en otros países de fruta de hueso tanto en volumen como en facturación
También se solicita poder utilizar un producto que está autorizado emplear en fincas de naranjos, para atajar los problemas generados en explotaciones de fruta de hueso por trips.
La producción de fruta de hueso (melocotón, paraguayo, nectarina, albaricoque, cereza y ciruela) supera en España los 1,8 millones de toneladas, un 3% más que la campaña anterior y del 9% respecto a la media de las últimas cinco temporadas (2019-2023), según datos del ministerio de Agricultura, que ayer analizó la campaña con el sector en Madrid.
Contrasta con la reducción de cosecha de pera de un 12%, que explica que es especialmente significativa en Catalunya (-37% de pera respecto a la media y a la campaña anterior) y, en particular, en Lleida, donde los frutales acusan en esta campaña el estrés hídrico de la sequía del pasado año. En manzana, prevé que España aumente la producción un 5%, hasta llegar a 555.280 toneladas, mientras que la pera se quedaría en 252.500.Hasta julio, los operadores del conjunto del Estado han exportado más de 550.000 toneladas de fruta de hueso, lo que supone un 13,3% más que el año pasado y un 3,7% por encima de la media de las últimas cinco campañas. El valor de los envíos ha superado hasta julio los 963 millones de euros, un 8,7 por ciento más que la campaña pasada y un 17,8 por ciento por encima de la media del periodo 2019/2023.
Respecto a las previsiones para la campaña de fruta de pepita (manzana y pera) que ha comenzado en las últimas semanas, destacó que España, que es un importador neto de ambas frutas, mejoró ya en la anterior campaña su balance comercial, con un aumento de las salidas y un descenso de las entradas procedentes de otros países. Las primeras estimaciones apuntan a que la producción total de fruta de pepita rondará las 807.807 toneladas, un 1% menos que la campaña anterior y un 8% por debajo de la media de las últimas cinco temporadas.