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El juez avala reflotar Frutas Lozano de Fraga, que la banca quería cerrar

Acreedores leridanos y de la Franja salvan más de 40 empleos en un almacén de Fraga que factura 8 millones al año. El plan elimina 4 de los 15 millones de deuda

Frutas Lozano es uno de los principales asentadores de Fraga.

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El juez de lo Mercantil de Huesca ha avalado el pionero plan para reflotar la firma fragatina Frutas Lozano y sus tres filiales, que acumulan quince millones de euros en deudas contraídas con una docena de bancos y medio centenar de proveedores, la gran mayoría de ellos de Lleida y la Franja. Y lo ha hecho en contra del criterio de la banca, titular de tres cuartas partes de esos créditos (once millones) y que abogaba por declarar inviables las firmas, liquidarlas y hacer la caja que le fuera posible con esa operación.

Ese planteamiento, que los bancos pueden recurrir ante la Audiencia de Huesca y que de haber prosperado se habría llevado por delante más de 40 empleos, ha sido posible gracias a la última modificación de la Ley Concursal, que introduce la posibilidad de aplicar planes de reestructuracion con mayorías de acreedores en función de su tipología (comercial o financiera) y elimina los equilibrios solo en función de la deuda.“En los planes de reestructuración se tutelan intereses privados, por lo que son las partes quienes deben hacer valer sus derechos y defender sus legítimos intereses”, señala el juez en el auto que avala la propuesta de reflote, en el que anota que “el mejor indicio de la razonabilidad del plan de reestructuración (...) es que una mayoría cualificada de acreedores está dispuesta a asumir el sacrificio que el plan comporta”.

Este consiste, a grandes trazos, en lo siguiente. Por una parte, el medio centenar de acreedores comerciales da por perdido el 60% de su deuda (más de dos millones) para cobrar algo más de uno en dos plazos de doce y 24 meses. Por otra, siete bancos ven esfumarse la mitad de los cuatro millones avalados por el ICO para empezar a cobrar el resto a partir de 2028. Y, por último, los otros siete millones sin aval oficial pasan a ser créditos participativos y el comienzo de su liquidación se pospone a 2029, con los pagos supeditados a que la empresa, cuya facturación ronda los ocho millones de euros anuales, gana más de 1,5 en el ejercicio.

“El juzgado ha despejado el horizonte de la compañía, el plan le da oxígeno para recuperarse y deja claro que las empresas tiene una ventana para salir adelante negociando”, señalaron fuentes conocedoras de la negociación, en la que Lozano ha estado representada por el despacho madrileño PradaGayoso, especializado en insolvencias.

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