Las heladas dan tregua al campo y la nieve impulsa el turismo de esquí

Las temperaturas se mantuvieron la madrugada de ayer por encima de los 0 grados en gran parte de Ponent, lo que dio un respiro a los agricultores, que temían que los bajos registros podrían dañar sus cultivos. Solo algunos puntos del Pla d’Urgell registraron débiles heladas. Aunque aún se están evaluando los efectos, todo apunta a que no se han registrado daños de gravedad en las cosechas. El temor de los payeses era comprensible, ya que las heladas pueden causar importantes perjuicios en frutales y almendros, que en esta época se encuentran en plena floración.

Por precaución, muchos tomaron medidas para proteger sus cosechas, como encender hogueras con parafina junto a los árboles para calentar el ambiente o rociarlos con agua para que, en caso de helada, se forme una película de hielo sobre las flores para protegerlas. La presencia de un cielo parcialmente nublado ayudó a evitar temperaturas extremas.

En cuanto al Pirineo, sí se registraron temperaturas extremas, que superaron los 13 grados negativos en zonas como Boí, Certascan o Lac Redon. Así, las nevadas de los últimos días han impulsado la recta final de la temporada de esquí. Las pistas registraron este fin de semana una gran afluencia de visitantes, con paisajes completamente nevados tras las abundantes precipitaciones recientes. Las nevadas continuaron en algunas zonas del Pirineo, lo que afectó a la circulación en ciertas carreteras de montaña. Un ejemplo fue la L-511 en el Port de Boixols, en Abella de la Conca, donde fueron necesarias cadenas.