Un vínculo para unir generaciones

Cada lunes, los usuarios de la Residencia Sant Domènec de Balaguer reciben la visita de un grupo de alumnos de 4º de ESO de la escuela Vedruna. Algunos se sientan a jugar a cartas o juegos de mesa; otros imparten pequeñas clases de informática o uso de smartphones y un tercer grupo participa en conversaciones dirigidas sobre un tema propuesto por la educadora de la residencia.

Las dos entidades valoran muy positivamente la experiencia, que se enmarca en la nueva asignatura de servicio comunitario, obligatorio para el alumnado de tercero o cuarto de ESO. “Los residentes los esperan y los alumnos también califican de enriquecedores los ratos que pasan en el centro”, explica Blai Carles, profesor de Cultura Religiosa del Vedruna y uno de los coordinadores del proyecto.

Las visitas a la residencia se organizan en grupos de seis alumnos que se reparten tres tareas: dos se dedican a los juegos de mesa (dominó, cartas, pero también algunos actuales como el Lince o Rummikub); dos más comparten con los usuarios conocimientos sobre smartphones, internet o informática y los otros dos mantienen conversaciones dirigidas sobre temas propuestos por la educadora con la finalidad de compartir puntos de vista, vivencias y evidenciar las diferencias entre antes y ahora. “Los alumnos siempre hacen la misma actividad con los mismos residentes para crear un vínculo”, añade Blai. Los objetivos son favorecer el contacto intergeneracional, con los beneficios que comporta para las dos partes; estimular capacidades cognitivas de los residentes y trabajar las relaciones sociales.

Por otra parte, otro grupo de alumnos desarrolla su servicio comunitario en Càritas Balaguer, donde|dónde se encargan de tareas de refuerzo escolar a los niños y niñas que van cada tarde a esta institución. Además, los alumnos que no residen en Balaguer pueden cursar el servicio en centros de sus localidades, como bibliotecas o centros cívicos.