Paisajista de la Noguera

Lucas Álvarez, nacido en Medellín hace 38 años, dedica la mayor parte de su tiempo libre a la pintura. Lucas, que llegó a Barcelona con 18 años, se acaba de mudar a Artesa de Segre, localidad próxima a la Clua de Meià, donde reside su madre. “Al llegar a Barcelona empecé a buscar mi camino. Empecé a hacer yoga, leer... y con la creación artística.” Aunque nunca había pintado ni dibujado, piensa que su afición se debe al hecho de que su madre estudió arte en Colombia. “Siempre la veía hacer sus trabajos y me llevaba a muchas exposiciones”, recuerda. “Quizás por eso un día compré una tela y pinturas y empecé.” Lucas recuerda que sus primeras telas|teles mostraban alimentos. “Al iniciarme en la pintura, tomé conciencia de las texturas y colores de frutas y verduras. De alguna manera, conecté con la comida, quedé fascinado.”

En su etapa barcelonesa participó en varias exposiciones colectivas y acontecimientos interdisciplinarios en diferentes restaurantes y centros de arte del Barrio Gótico, donde conoció otros artistas y pintores y empezó a conectar con diferentes técnicas y estilos. “Recibir feed back positivo de otras personas me aportó más confianza. Me di cuenta de que mis pinturas transmitían alguna cosa que llegaba al público.” Alternaba obras abstractas y figurativas y otras veces se inspiraba en los grafitis que inundaban el barrio.

En la trayectoria artística de Lucas, no obstante, hay uno antes y un después desde que empezó a visitar la Clua. Surgen los paisajes, descubre la niebla que difumina las formas y rodea árboles y montañas. Y las puestas de sol en horizontes espaciosos. “Una flor, un árbol, todo me llamaba la atención. La pintura ha hecho que me fije en aspectos que antes me pasaban desapercibidos, como los cambios de luz a lo largo del día u otros de más obvios pero en que no había prestado atención, como las modificaciones de los paisajes a lo largo de las diferentes estaciones.”

Su último proyecto ha sido una exposición integrada por|para telas|teles dedicadas exclusivamente a los árboles que se pudo visitar en la iglesia de la Clua. Aunque no tiene página web, su obra puede verse en la cuenta de Instagram @lukalvarez. “he vendido cuadros|cuadras, pero no pinto para eso. Cuando pinto se me para el tiempo. Me relajo. Lo necesito, es un alimento para el alma, mi forma de enfrentarme a las preocupaciones y problemas.”