Un pueblo de mural

El domingo 18 de abril, la localidad del Palau d'Anglesola inauguraba un mural dedicado a las mujeres trabajadoras de la localidad: “A las que estuvieron, en las que son y a las que serán”, según destacan los miembros de las dos entidades organizadoras de la pintura gigante que luce en una inmensa pared del Parque de Sant Roc, en una ubicación que permite verla tanto desde la carretera como|cómo paseante por la localidad.

La Comi Lila, formada por un grupo de vecinos unidos con el objetivo de sensibilizar y llevar a cabo acciones reivindicativas en torno a la mujer, creada el 8 de marzo anterior a la pandemia, y el Consejo de Participación Adolescente, integrado por un grupo de jóvenes que se implican en las iniciativas participativas de la población, actuaron como demiurgo de este proyecto en que acabó participando todo el pueblo.

Los organizadores tenían muy claro que el motivo del mural tenía que estar dedicado a la mujer. Al principio se estudió la idea de que lo protagonizara una campesina, ya que la agricultura es la principal actividad económica del Palau sin embargo, finalmente, se va optar por una imagen que vinculara a la mujer con la tierra, la naturaleza y con su capacidad para crear y dar vida.

Una vez elegido el tema, el artista local Sandra Fonfrias ideó una propuesta inicial que el autor del mural, el mollerussenc Peon Prisamata, se encargó de plasmar. Así que el artista, inspirándose en la serie de cómics|cómicos Tank Girl, creado el 1988 para|por el guionista Alan Martin y el dibujante Jamie Hewlett, hizo una original propuesta para|por romper los estereotipos de la mujer tradicional.

Pero si una cosa tenían clara los organizadores es que esta iniciativa no tenía que quedar sólo en manos de sus creadores y del pintor, sino que tenía que convertirse en un espacio participativo en el cual los vecinos pudieran aportar también sus palabras y formar parte activa de la obra. Por este motivo, la parte inferior del muro quedó a disposición de todos aquellos que quisieran dejar su huella.

Y la propuesta fue todo un éxito, no sólo porque la tela en blanco se fue llenando, día a día, de palabras escritas de puño y espray para|por los habitantes del Palau, sino que, en el transcurso de las jornadas que duró la ejecución, se convirtió en un lugar|sitio de peregrinaje, sobre todo los fines de semana, que la presencia y proximidad del artista dotó de uno mayor atractivo.

Y si el acontecimiento fue del agrado de los mayores no lo fue menos para los niños de la escuela Arnau Berenguer, que participaron en el proyecto desde el comienzo. ¿Su directora, Mireia Costafreda, acogió con entusiasmo la iniciativa y, a raíz de la pregunta propuesta por los organizadores (“A ti cuando|cuándo te dicen mujer trabajadora, qué te viene en la cabeza”?), trabajaron y elaboraron palabras y dibujos que, aparte de incluirse en el mural, formaron parte de un vídeo realizado con motivo del Día de la Mujer Trabajadora.

“El día de la inauguración alucinamos de ver a todos los vecinos que habían dejado su huella. Espray en mano, grandes, jóvenes y los más pequeños se convirtieron en hábiles grafiteros para demostrar que, cuando hay un objetivo común a favor del pueblo, no existe brecha generacional”, subrayan orgullosos a los organizadores.

EL ARTISTA

Peon Prisamata, artista de Mollerussa con obras en otras localidades, tardó un mes a completar el mural.