Larga vida a la fiesta grande de Lleida
En la semana que tenía que celebrarse el Aplec del Caragol, pospuesto por la pandemia, dos peñistas explican a ‘Cercle’ su relación con el certamen || Pepe Ibars, un veterano, y Ferran Crespo reviven sus experiencias
Si preguntáramos qué tienen en común Microsoft y el Aplec del Caragol muy pocos darían con la respuesta. Y es que tanto el gigante informático como la fiesta leridana se gestaron en un garaje. En el caso del Aplec, en el taller mecánico Pueyo donde, a principios de la década de los setenta, “una pandilla de amigos solían reunirse los sábados alrededor de una cassola, normalmente de caracoles”, cuenta Pepe Ibars, uno de los aplequistas más veteranos, miembro de la comisión de fiestas de la Fecoll, responsable máximo de las charangas y uno de los fundadores de una de las peñas más antiguas, Els Lleidatans.
Ibars es una enciclopedia andante del Aplec y recuerda sus inicios como si fuera ayer: “Uno de los primeros años, cuando aún lo celebrábamos en el Xoperal, la Diputación de Lleida montó una carpa donde se jugaba a la perra grossa, una especie de bingo local en el que los premios podían ser desde un poni, pasando por unos cerditos, una gallina, hasta una cesta de verduras.” Su lista de anécdotas es infinita y recuerda cómo uno de los miembros ilustres de su peña, el político Josep Antoni Duran Lleida, “celebraba las ruedas de prensa en el recinto de la colla cuando venía al Aplec y, para hacer un poco de broma, le poníamos cebollas a manera de micrófonos”.
Y es que la sana alegría y las ganas de pasárselo bien son la marca de la casa. “Es el espíritu del Aplec”, asegura Pepe Ibars, “un espacio que ejerce de crisol de la sociedad leridana en la que, por unos días, todos pertenecemos a la misma tribu”. Tanto es así que uno de los momentos que guarda en su memoria con más cariño es el de ver al que fuera alcalde y presidente de la Diputación de Lleida, Joan Sangenís, con la maza del bombo en la mano, participando como un músico más en las charangaso.
Después de dos ediciones, la pasada y la actual, sin poder celebrarse a causa de la pandemia, la ilusión de Ibars es que pueda volver al recinto de los Camps Elisis muy pronto ya que, según asegura, “hay muchas ganas de Aplec, no pasa semana sin que alguien me pare por la calle y se me pregunte cómo está el tema. Además, la próxima edición será un momento especial para recordar no solo a aquellos peñistas fallecidos durante el año pasado, con la tradicional ofrenda floral, sino a todos aquellos leridanos que de una u otra manera hayan sufrido las consecuencias del coronavirus”.
Pero el futuro del Aplec está asegurado. Las nuevas generaciones toman al testigo de los mayores y así lo explica Ferran Crespo, un leridano de 32 años, actualmente bombero en el parque de Tremp que, desde el año 2015, forma parte de una nueva peña, la Aspavil.
Ferran relata que lleva el Aplec en su ADN. Ya de niño vivía la fiesta como invitado y no había edición en que, junto a sus padres, no recorrieran el circuito en el que se encontraban con amigos y familiares peñistas, en concreto dos de sus tíos. No fue hasta que cumplió veinte años que, con su grupo de amigos, se incorporó en la Colla La Puput, una de las veteranas. “En aquel momento había lista de espera para inscribir una nueva y decidimos integrarnos en esta a la espera de que se abriera la posibilidad de crear la nuestra propia”, manifiesta.
Cuando se suspendió la primera edición a causa de la pandemia, “el desánimo fue grande porque los días del Aplec son, en muchos casos, los únicos en los que coincidimos con amigos que no vemos durante el año y, aunque con el grupo de WhatsApp de los collistas mantenemos cierto contacto, no es lo mismo”, afirma.
Del Aplec, aparte de la diversión, Ferran destaca que “es un punto de encuentro intergeneracional y transfronterizo que muy pocos eventos anuales poseen, ya que no sólo reúne gente de Lleida, sino que hay muchos peñistas de otros lugares que en su día acudieron como invitados y que han decidido seguir formando parte del universo del Aplec”.
Respecto al porvenir de la fiesta, Crespo llama a no perder la ilusión ni caer en el desánimo, ya que, según él augura, “muy pronto volveremos a celebrar la fiesta grande de Lleida"
FIESTA INTEGRADORA
Ferran Crespo destaca la capacidad del Aplec para unir generaciones y diversas procedencias
PROGRAMACIÓN
La celebración del Aplec 2021 estaba previsto para esta semana pero, al no darse las condiciones para poder organizarlo y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, la Fecoll lo ha propuesto para los próximos días 3, 4 y 5 de septiembre si la situación de la pandemia ha mejorado.
De todas formas, la organización ha dispuesto un programa de actos para mantener vivo el espíritu del Aplec. Bajo el lema Al maig, a Lleida, vestim l'Aplec sí o sí, vuelven los pacs gastronómicos que ya ofrecieron con éxito el pasado año.
Por otra parte, se han programado una serie de actos lúdicos en el recinto del antiguo Mercat del Pla, del 24 al 29 de mayo, entre los que destacan diferentes catas de productos de proximidad; espectáculos musicales con las actuaciones de Jandro, Lo Pau de Ponts y Yung Rajola; un espectáculo a cargo de Moniat's Show, que recordará los mejores momentos del Aplec, y una representación a cargo del Centre de Titelles.
Y como no podía ser de ninguna otra manera, el día 29 se clausurará este atípico Aplec con el tradicional pasacalles protagonizado por su mascota Hèlix.